Capítulo 18: no estarás sola.

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- Solo tranquilízate- me murmuré a mí misma- todo está bien.

Tomé la pequeña navaja, estaba a punto de cortarme, pero me detuve cuando la navaja estaba tocando mi piel.

Quizá Mateo tenía razón con lo que me dijo hace unos días, tal vez debía decírselo a alguien. Es solo que tengo miedo.

No sé qué valla a pasar, tampoco sé si lo que pase sea bueno oh malo.

Tal vez, no pase nada, y todo siga como hasta ahora.

O quizá, todo cambie.

Simplemente no lo sé.

Pero si sé que se lo tengo que decir a alguien, tal vez así me sienta mejor.

Tomé mi teléfono y busqué entre mis contactos hasta que encontré el nombre de Mateo, lo dudé un momento, pero aun así marqué. Luego de unos dos tonos contestó.

- Hola chivata-

- Hola- dije en un murmuro

- ¿estás bien? – preguntó preocupado

- No- dije en un tono poco audible

- ¿Dónde estás? – preguntó

- En mi casa- respondí

- Bien, estaré allí en 15 minutos, solo tranquilízate- dijo –

- No te vallas, quédate conmigo- se escuchó otra voz, era la de Michael.

- Tu cállate, además voy a ver a Maya-

- Mateo, si no puedes venir no lo hagas- dije

- Si voy, ¿okey? -

- Gracias- dije antes de colgar-

Luego traté de calmarme. No sé qué hacer, ni que decir, solo sé que quiero llorar, sé que ya no aguanto, sé que quiero dejar de existir.

Pero también sé que no puedo.

Si podemos.

Dije que no.

Sabes qué si podemos, es solo que solo piensas en los demás, nunca piensas en ti.

Por favor, para.

No voy a parar, ¿sabes por qué? Porque soy tu maldita conciencia, y deberías escucharme una maldita ves en la vida. No estamos bien, y tampoco está bien que solo pienses en los demás ¿Cuándo será el día en que pienses en cómo estamos? ¿no te das cuenta de que cada día estamos empeorando? Solo te pido que no pienses en los demás.

¿y cómo quieres que lo haga? No puedo solo pensar en mí.

Tendrás que hacerlo. ¿Recuerdas esa canción que escuchamos, esa que dice tengo que aprender a quererme y no a querer? Bien, eso es lo que debes hacer.

Tengo que pensar en los demás, en el daño que les haría si un día me voy.

Mira, sé que es estúpido el hecho de que hables con tu conciencia, pero es normal. Por otra parte, no tienes que pensar en los demás, tienes que pensar en ti, tiene que hacer lo que tú quieras hacer, y si eso implica irte y no volver jamás, que el resto se joda, porque es tú sufrimiento con el que vas acabar, los demás, quizá en un par de años se olviden de que en algún momento de sus vidas hubo una chica llamada Amaya, a la que conocieron, pero que luego de que se suicidara, no la volvieron a ver.

No puedo.

Lo sé, sé que no dejaras de pensar en los demás antes que pensar en ti, solo espero que nuestra vida mejore.

No Solo La Muerte Enamora A Una Suicida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora