You're The One | John Lennon

El primer día.

El proyecto con John comenzaría en la semana próxima, y al parecer los rumores ya se habían esparcido por todo Gran Bretaña. ¿Cómo había sido eso posible? John era una figura pública, pero Sky dudaba de que él hubiera querido que su proyecto se esparciera de aquella manera.

Últimamente, al salir del edificio donde trabajaba, había mas de un periodista preguntándole si era cierto que haría una colaboración con John Lennon, y de una manera bastante ruda hasta le preguntaban "¿Quién era ella".

– Disculpe, señorita. ¿Cuál es su nombre? – preguntaba un periodista con una libreta en la mano.

– ¿Es cierto que va a trabajar con John Lennon? ¿Dónde se han conocido?

– ¿Él le ha comentado por qué se separó la banda? ¿Está haciendo un nuevo álbum solista?

Miles de preguntas la atormentaban, pero ella sólo les respondía amablemente que tenía prisa y huía de allí en su auto.

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Skyler dejó un periódico encima de la mesa de la sala de John, al llegar al primer día de su proyecto.

John leyó la primera plana, donde aparecía ella y un gran título "¿Quién es la fotógrafa londinense que trabajara con John Lennon?".

Al parecer, no habia necesitado decir mucho ya que por su cuenta los periodistas habían investigado un poco sobre ella, publicando su nombre, y alguna de sus obras. Pero el motivo por el que trabajaría con Lennon seguía siendo un misterio para todos.

– Cielos, si me he enterado del escándalo. No sé que mas decirte a parte de que lo siento muchísimo... En parte te advertí de ésto, pero no pensé que serían tan rápidos.

Él sonaba realmente apenado, pero Skyler suspiró.

– Está bien, yo acepté trabajar contigo. Ésto no es tu culpa, y debí haberlo supuesto.

– ¿Hay algo que pueda hacer al respecto? Sabes que ésto no fue para nada mi intención, pero ellos son rápidos. Los rumores vuelan muy rápido.

– Lo sé. Supongo que tendré que acostumbrarme... Después de todo solo será por un tiempo, una vez que nuestro trabajo acabe, ésto acabará. – respondió pensativa.

Y tenía razón, pensó John.

– Bueno, eso es cierto... Pero, ¿Por qué no nos centramos en lo bueno? Hoy es nuestro primer día. Estoy muy ansioso. – sonrió frotando sus manos, mientras cambiaba de tema.

– ¡Lo sé, yo igual! He traído mas o menos todo lo que creo necesitar... Tu solo dime cuándo estés listo y empezamos.

– Pues ya estoy listo. Ven, te presentaré a los muchachos.

John condujo a la morocha por su casa y llegaron hasta la cocina, que era donde habían algunos hombres comiendo algo mientras fumaban.

– Chicos, ella es Skyler Gibson. Hoy empezamos el proyecto...

– Mucho gusto, John Barham. – uno de ellos estrechó su mano.

– Él está en el armonio, piano y vibráfono. – explicó John. – Él es Klaus, nuestro bajista.

– Un placer conocerte, Skyler. John nos ha contado el gran trabajo que haces... Lo has cautivado.

– El gusto es mío, oí algunas pistas y debo confesar que también hacen un gran trabajo. Tienen talento.

Saludó a los restantes, y John ordenó que todos fueran al estudio que era donde estaban los demás.

Allí conoció a Jim Gordon, el baterista, Tom Evans el guitarrista y dos chicas más que eran esposas de dos de los músicos. 

Allí el ambiente era muy bohemio y tranquilo, aunque John parecía poner bastante orden cuando hablaba.

Aquel primer día, Skyler conoció un poco a los colegas y amigos de John compartiendo charlas sobre sus profesiones. Aprovecho también a tomar algunas fotografías de la banda grabando, y cuando llegó el atardecer John insistió en que quería unas tomas en su jardín delantero.

Así que salieron unos cuatro acompañándolos a disfrutar de lo que quedaba de la tarde, y a ver cómo Skyler realizaba su trabajo.

Después de un rato, por algún motivo el par había quedado solo. Mientras John posaba bastante natural sentado en el césped con la hermosa vista que tenía detrás, Skyler acomodaba el foco con su lente en silencio.

El silencio que los rodeaba no era para nada incómodo, sino más bien uno pacífico. Cómo esa paz que describía John en sus canciones.

– Sabes, he escuchado la lerra de la canción 'How do You sleep?' y debo confesar que me intrigó saber a quién está dirigida.

Skyler rompió el silencio, y por el visor de la cámara notó cómo el muchacho se tensaba un poco. Entrecerró sus ojos por el sol que aún estaba presente y la miró ladeando su cabeza.

– Bueno,¿A caso no es obvio querida? – preguntó con una sonrisa. Skyler quitó la cámara de su cara y lo miró sonriendo. 

– Cielos, no me digas que...

– Así es. Pero tranquila, no es personal. – John se paró de su lugar mientras sacudía sus pantalones. – Es una gran canción de hecho, si ignoras la letra. Podría ser para cualquiera.

– Por supuesto que lo es... Todo lo que haces es muy bueno. – coincidió acercándose a él.

Notó que una hoja de un árbol voló con la brisa hasta su cabello color miel, y se atrevió a sacarla con cuidado. John observó cada movimiento con tranquilidad, y sonrió.

– ¿Qué opinas de mi equipo? – le preguntó curioso.

– ¿Que qué opino? – preguntó entrecerrando sus ojos, y de lejos divisó como el cielo iba tornándose anaranjado rosáceo. – Que es un gran equipo, por supuesto. Aunque bueno... Nada comparará a The Beatles.

– Cielos, contraté a una beatlemaníaca. – bromeó tirando su pelo hacia atrás con aires de grandeza.

– Lo siento, solo soy honesta. – rió avergonzada. Apuntó con su cámara hacia el, de fondo un hermoso árbol sauce le daba el toque a la foto. – Pero es un gran equipo, saldrá algo muy bueno de ésto.

– ¡Oh mira, llegó George!

Skyler tomo unas tres fotografías seguidas, y quitó la cámara de su rostro para ver a John sonriendo entusiasmado hacia la entrada de su gran residencia.

Sky volteó, y de lejos veía como el mismísimo George Harrison bajaba de su auto, vistiendo un atuendo monocromático de Jean. Desde la última vez que lo había visto por televisión, tenía el cabello y la barba más larga.

John lo saludó con la mano, y le gritó que viniera, que estaban tomando unas fotos. Y en efecto, el comenzó a caminar hacia su dirección entrecerrando sus ojos intentando divisar quién era aquella muchacha.

De hecho, Skyler tenía muchas preguntas en ese momento. Creía que John estaba distanciado de todos los miembros de la banda, y ahora de la nada aparecía George Harrison en su casa.

John era un mundo lleno de sorpresas y preguntas sin responder.