Se había sentido como una eternidad, conduciendo a través de Los Ángeles y luego fuera del estado, Karina había renunciado al vehículo una vez que se había drenado la gasolina mientras manejaba el vehículo hasta el punto de agotamiento, el deseo de simplemente romper la puerta y salir corriendo hacia Forks, Washington alcanzando su punto de ebullición una vez que el auto negro comenzó a silbar mientras se sobrecalentaba, la linda morena había salido volando, refunfuñando mientras incitaba a Garrett para que la ayudara a empujar dicho auto a través de un acantilado, no es que no pudiera haberlo hecho sola, pero sabía que el patriota había querido deshacerse del transporte humano tanto como ella, entendía por qué Han odiaba los trenes y las motocicletas ahora más que nunca, pero no antes de romper la placa y hacerla una bola con sus manos pálidas como si fuera papel de aluminio que envió volando a través del horizonte. No se disculparía con Alice por eso, sabía que podría comprar muchos más autos, Han sería otra historia, pero Karina dudaba que a él le importara en ese momento.
Después de eso, ambos vampiros habían corrido, siguiendo el olor aún fresco de la sangre de Han que había sido eclipsado ligeramente por el olor de Peter y Charlotte mientras tomaban rutas más salvajes, lo cual era práctica mente más inteligente y simple mente obvio, no le haría bien a nadie si alguien pudiera atrapar a la pareja de jóvenes, hermosos y pálidos, llevando en sus brazos a un hombre asiático ensangrentado y que apenas respiraba, como si no pesara más que una pluma. Tal era el impulso, que Karina se había entregado completamente a sus instintos, corriendo tan rápido como su cuerpo no-muerto le permitía, tanto que sus pobres botas habían comenzado a deshilacharse mientras trepaba y saltaba sobre piedras y árboles.
Mientras seguían cruzando línea estatal sobre línea estatal, la noche había caído, la oscuridad lo cubría todo, no es que hiciera ninguna diferencia ya que sus ojos color borgoña les permitieron ver con clara perfección mientras mantenían su paso rápido, les había tomado menos de tres horas frente a lo que para otros habría sido al menos de 5 a 8 horas en tren ó en coche, para llegar al lado marítimo del país, la península olímpica los recibió con pinos oscurecidos y el olor salado del mar chocando contra los acantilados, la niebla alrededor del aire obstruyendo la atmósfera mientras cruzaban hacia el vasto bosque mientras dejaban atrás las montañas del monte Rainier.
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𝐅𝐎𝐑𝐄𝐕𝐄𝐑 𝐘𝐎𝐔𝐍𝐆| 𝗛𝗔𝗡 𝗟𝗨𝗘
Fanfiction❝Y allí, en lo más recóndito de su alma, algo lloró con ardiente agonía, como una estrella que se sumerge en el oscuro abismo de la fría muerte anhelando el calor de un vestigio que alguna vez existió.❞ 𝐊𝐀𝐑𝐈𝐍𝐀 𝐕𝐑𝐈𝐓𝐀𝐒𝐊𝐘 ha vivido cien...