Mi Alfa, Mi Omega [Stony]

Capítulo 8

Steve sentía que estaban a punto de matarlo, estar en el laboratorio privado de Howard si le daba miedo y más si este estaba con una escopeta apuntándole.

— Te dije que podías cortejarlo, pero no que te acostaras y lo marcaras, o sea, es mi cachorro, está pequeño — El aroma de Howard era ácido y estaba por todo el lugar.

El Alfa de Steve estaba alerta y se sentía invadido por el otro Alfa.

— Señor, realmente somos destinados, no me arrepiento, Tony también quería y era mejor aquello a que otro Alfa se metiera con él — Se excusó decididamente, nunca se arrepentiría de haber reclamado a su Omega.

— Te creo… pero mi escopeta no — Howard apuntó el arma a Steve y este salió corriendo — No huyas cobarde —

Steve salió corriendo por todo el lugar, mientras Howard lo perseguía apuntando.

— Cobarde sería no hacerme cargo de mi Omega y estar pensando casarme con él — Le dijo Steve dándose la vuelta ya que había parado abruptamente cuando le llamó cobarde.

— Steve — Habló más tranquilo Howard y bajó la escopeta que tenía en la mano — Cuando tengas un cachorro me vas a entender, pero es que… estaba en celo ¿Acaso no piensas? —

— Claro que lo hizo — Tony hizo acto de presencia con los brazos cruzados — Si yo no me estoy arrepintiendo tu no tendrías porqué estar enojado — Tomó la mano de Steve y entrelazo sus dedos con los de su rubio.

— Pero puedes estar embarazado, tienes solo 18 años.

— Pues si es el caso yo estaría feliz de tener un hijo con mi destinado, con mi Alfa — Dijo tajante y mordiendo su labio, no era lo mejor estar en cinta en medio de una guerra, pero igual se sentiría dichoso.

— Si fuera así me haré cargo, me casare con Tony — La seriedad con la que hablaba el Alfa reconfortaba el corazón de Tony y sabía que él nunca lo dejaría solo.

Howard solo pudo soltar un leve suspiro y luego soltó una risa.

— Esto me recuerda cuando marque a tu madre a los 16, estoy actuando igual que mi suegro.

Tony y Steve se miraron asombrados y luego rieron con ganas al igual que el mayor de ellos.

— Bueno, hay algo más de lo que debemos de hablar — Propuso Howard de nuevo con seriedad — Mañana debemos introducir el suero en tu cuerpo Steve, te pido que seas fuerte, Tony, Erskine y yo estaremos allí.

— ¿No crees que es muy pronto? El suero en sí está listo y aprobado por el doctor Erskine, pero…

— Está bien Tony, todo estará bien rollito.

— Tenganme respeto y besense cuando yo no esté presente — Regaño Howard viendo a los jóvenes.

— Pues largo anciano

— ¡TONY! — Regañaron  ambos.