La Isla [He Tian x Jian Yi]

Vida diaria - 8

El día comienza como cualquier otro en los últimos 5 días, o bueno, desde que encontraron la cabaña en realidad.

Da inicio cuando He Tian se agita a su lado, porque por supuesto: las pesadillas de He Tian aparecen 9 de cada 10 veces.

De hecho, 9 de cada 10 pesadillas preferían pasear por la cabeza de He Tian que ir a molestar a la gente normal con menos problemas que ellos. Para esta altura de dormir juntos, Jian Yi estaba considerando comenzarle a cobrar a He Tian por cada casi puñetazo que recibía cuando lo despertaba.

¿Debería dejarlo ser? ¿Ignorarlo y esperar hasta que despertara solo o su pesadilla se acabara?

... Lo piensa por un segundo, y no gracias.

Puede que He Tian a veces lo moleste, pero es su amigo, y no puede tolerar ver a su amigo sufrir sin hacer nada.

Pero no por eso va a seguir dejando que He Tian lo lance por ahí al despertar, no señor.

Esta vez se levanta y toma su distancia, el frio de la mañana recibe sin piedad a su piel. Con cuidado observa a su alrededor, al no encontrar una rama o algo (hay una de hecho, de esas que usan para la chimenea, pero no quiere pegarle por accidente a He Tian, por si se mueve demasiado errático).

Finalmente decide que despertarlo con su pie debería ser suficiente.

Entonces se acerca, manteniendo una sana distancia y con cuidado estira su larga pierna hasta llegar a He Tian, donde amablemente, o lo mejor que le permite su equilibrio y su mente recién despertada, lo sacude.

Cuando He Tian despierta tirando su pie y haciéndolo caer terriblemente desordenado sobre el suelo (¡Ouch! El golpe con el suelo no fue muy compasivo), Jian Yi admite que no, no fue su mejor idea.

Esta vez por lo menos, cuando la mente intranquila de su amigo logra ponerse al día con la situación, tiene la decencia de preguntar si está bien, antes de retirarse como siempre.

"A la mierda" piensa Jian Yi, y sigue durmiendo como siempre, extrañando un poco el calor reconfortante que He Tian siempre lleva con él.

Se despierta con la llegada de He Tian, es claro que está mucho más tranquilo que al despertar.

Jian Yi se levanta, He Tian se sienta, el rubio lo acompaña y comienzan a comer la comida enlatada del día. Es entonces cuando Jian Yi comienza hablando de lo que soñó.

―¡Y hombre, no paraba de echarle pasta de dientes a mi café! Y yo le decía: "Noooo, eso va a tener un sabor horrible", pero la hermana de Xixi decía: "¡Ni siquiera lo has probado! Come o le diré a mi mamá que rompiste el refrigerador del abuelo" y no la podía detener He Tian.

―¿Tomaste el café?

―Oh, no, gracias a los dioses que entonces, justo entonces, apareció el hermano Qiu en su motocicleta, y decía: "Tranquilo hermano Jian, yo te protegeré".

He Tian levanta una ceja mientras bebe agua― ¿Tienes un crush por Qiu que desconozca?

―No amigo, así me daba cuenta de que en verdad no era el hermano Qiu, era un asesino disfrazado.

El rostro de Jian Yi está tan serio y concentrado que He Tian no puede evitar reírse de él un poco. Aunque su rubio amigo finge estar un poco enojado por la burla, también sus mejillas terminan en una sonrisa inconsciente.

―¡Lo digo enserio! Fue aterrador.

El pelinegro toma un descanso de sus risas para preguntar―¿Y qué pasó después?