IV

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Una castaña prendió su cigarro con calma, antes de sentir un escalofrío por todo su cuerpo —Creo que mi radar de Satoru la esta cagando, se activó —

—Que casualidad, el mío se encuentra activado desde que siguió sin permiso a Takemichi-senpai — suspiro con cansancio el azabache — Ojalá no le dificulte mucho la misión a nuestro superior o voy a golpearlo —

—Takemichi es resistente a golpes chicos, puede aguantar el dolor de cabeza que llega a ser Gojo— sonrió la albina, apoyándose en el respaldo de la silla — Además me prometió una cena increíble —

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—Mierda las maldiciones siguen llegando — gruño con frustración el albino, asegurándose de mantener a los adolescentes que empezaron a visualizar a los espíritus por la concentración de energía maldita —¡No se separen a menos que quieran morir mocosos! , ¡A mí no me importa si los débiles mueren , pero al idiota que tengo de senpai si!—

—Estas llamándonos débiles a cada rato, si tan fuerte te crees enfréntanos — se acerco con una vena resaltando en su frente por el enojo el de tatuaje de dragón

—¡Dale una lección Draken! — vitoreo el azabache de cabello largo, provocando la irritación del albino , que opto por darle un empujón con fuerza al rubio, acumulando energía maldita en su mano para matar a los espíritus de baja categoría que se estaban acercando a ellos

—¿¡Qué mierda es eso!? — chillo el rubio de pendiente, ocultándose atrás de Hakkai que seguía igual en shock

—¿E-Esto fue a lo que se enfrento Takemichi-san? —

El peli azul le asintió a su amigo con emoción, ganándose una expresión confundida de su gemelo mayor, había parado de sonreír, la presencia abrumador de esas entidades desconocidas le causaba pavor por más que quisiera mantenerse rudo .

El rubio cenizo continúo analizando al azabache que se encontraba esquivando con gracia los continuos ataques de esa maldición , con fascinación por su tranquilidad ante esas criaturas que hasta a él , le causaron escalofríos.

El peli morado , intentaba pedirle explicaciones a su vice capitán , pero parecía tan absorto en apoyar al desconocido que prefirió evaluar la situación , acababa de ver al idiota de su amigo pelinegro intentar golpear a una de sus maldiciones para no hacerle ni cosquillas.

—Joder Baji, quédate quieto o te vas a morir en serio — suspiro con frustración , antes que el albino con una expresión desinteresada chasqueará los dedos matando a gran parte de los espíritus que se estaban acercando a ellos

—Se dice gracias, perras — sonrió con arrogancia el albino, jugando con sus lentes de sol , desviando la mirada un poco a su superior —Si sigue con el dedo de Sukuna lo continuarán persiguiendo —

Un rubio con mascarilla continuaba observando con tranquilidad al azabache pelear, no era la primera vez en su vida que veía esas criaturas, aunque causaba pavor el verlas tan en masa y agresivas a atacarlos, protegería a su rey si las cosas se empezaban a complicar.

—¡Lo se! — volteo a ver al chico con una sonrisa salvaje — Y eso es justo lo que quiero — se dedico a esquivar el golpe de la criatura para dar un tajo limpio al brazo de esta , suspirando con cansancio —¿Crees poder crear un velo Satoru-kun? —

—¿En serio debo gastar mis ganas en cuidar a esta bola de ridículos? — gimió con frustración ante la mirada de reprimenda del azabache — Okey — preparo sin anticipación un velo, encerrando a todos los mocosos con nulas o bajas capacidades de energía maldita —Quédense ahí bebés — les enseño la lengua, con una infantil expresión de burla provocando el gruñido colectivo de los demás —¡Intenten salir del velo!, ¡Si es que pueden pequeños imbéciles! — continuo riendo fascinado por provocar el enojo de los adolescentes

La maldición más retorcida es el amor | [TakeHarem]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora