CAPITULO 4.

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Era una gran mañana, y las puertas que conducían al trono se abrieron a la par. Esta vez había más gente que el día anterior.

—Reunimos a los que viajaran con los héroes y quienes les ayudara en el enfrentamiento contra las Olas —alguien dijo en voz alta, no pude saber quién era.

Avance con los otros héroes y nos colocamos enfrente a la fila de aventureros y guerreros escogidos como nuestros acompañantes. Eche un vistazo rápido a cada uno de ellos, había chicas lindas, y guerreros que desearía tener como aliados.

Lástima que no se iba a poder.

Mientras los observaba, una chica muy conocida me sonrió.

«¡Repugnante hija de perro leproso! —me forcé a contener la ira— Como la odio, lastimo al pobre de Naofumi, ¡Agárrenme que la mato!».

—¡Ha llegado el momento de que comience su viaje, adelante, héroes! —anuncia el rey con voz enérgica.

Los aventureros y como se llamen caminaron y se colocaron detrás nuestros, ellos eligen con quien ir..., pero ninguno se puso detrás de mí.

«Está bien, ya lo sabias. Plan uno: éxito rotundo», pensé en positivo, una carga menos de que preocuparme.

Me sentí un poco lastimado por no haberme elegido, al menos pensé que en esto había cambiado un poco las cosas, lástima que no fue así.

—Debo admitir que no esperaba algo como esto —dijo el rey mientras observaba mi situación.

—No es nuestra culpa que ese héroe no tenga carisma —expreso el consejero.

Se acerco un clérigo y le susurro algo en el oído al rey.

«Me gustaría saber que cosas invento de mi este payaso», pensé.

Me había comportado como un "caballero" y no había nada que pudieran usar en mi contra, anoche estuve pendiente de que no me espiaran. Aunque como es un mundo de fantasía, no sabía que trucos usaron para verme o escucharme... Le di gracias a Dios, otra vez, porque si tuvieran algo con que leer las mentes, ya estuviera en serios problemas y se desataría una gran guerra en este lugar.

—Mmm, ¿esas seguro de que existen tales rumores sobre el héroe? —el rey le contesto a aquel clérigo.

Esa sonrisa que se había formado en el rey logro inquietarme.

—¿Algo anda mal? —pregunte.

—A decir verdad, hay rumores de que el héroe del escudo es muy engreído e ignorante sobre las cosas de nuestro mundo, incluso que se le escucho planear algo contra el reino.

Algo no andaba mal, si no que muy mal. Cuando dije algo semejante a eso, lo pensé, y lo acepto, pero nunca salió de mi boca.

—Rey, se equivoca, no planeaba nada contra nada —enseguida intercedí por mí mismo—. Suelo susurrar o hablar conmigo mismo frecuentemente —sí, debió de haber sido eso—, así nunca se me olvidan las cosas.

Todos escucharon mis palabras, algunos murmullos no se hicieron esperar.

—Comprendo, pero que no se vuelva a repetir este acto. Es de mal visto andar por allí hablando solo, todos te trataran de loco —dijo el rey.

Motoyasu voltio hacia mí y me susurro:

—Parece que nos estuvieron espiando cuando hablábamos por la noche.

—¿Enserio? Que escalofriante —suspire—... Está bien, me gusta estar solo, solin, sólito.

Me resigne a estar así por el momento, más tarde crearía un grupo más fuerte que el de estos patanes que ni me ayudaron.

—Héroe.

Todos volteamos para ver quien había dicho eso. De entre el grupo de Motoyasu salió la susodicha.

—Me dejaría ser su acompañante, querido héroe del escudo —dijo la mujer frente a mí, la tal Malty.

Me gusto como lo dijo, me hizo sentir importante, y sus palabras fueron dulces que incluso llegaron hasta lo profundo de mi pequeño corazón.

Así que dije lo que todo chico en mi situación haría al ver a esta preciosura.

—No.

Hubo un silencio abismal, no se escuchó nada, incluso los grillos estaban callados.

—Lo siento, no escuche lo que dijo —hablo Malty.

—No —reiteré lo dicho por mi hace un momento—, eso fue lo que dije. En realidad, yo trabajo mejor solo.

—Yo insisto, un hombre no debería estar solo, menos un héroe como usted —insistió la chica.

—Seria mucha molestia malgastar su tiempo, señorita —dije con decencia para quitarme esta terrible carga de encima—. Como dije antes, yo trabajo mejor solo. Soy como Noble 6, el Lobo Solitario de Reach, y tengo la suerte de Master Chief.

—¿Quiénes son esos?

—Los mejores soldados que la humanidad jamás haya tenido —respondí con un saludo militar en honor a estos hombres—. Y quiero seguir sus pasos.

—Veo que usted les guarda mucho respeto a estos hombres —dijo el rey con sumo interés en el tema.

—Si señor, lo hago —fue mi respuesta.

Me había salvado de esta, o eso creía...

—Está decidido, la señorita Mein Sophia (este es el nombre falso de Malty) se dispuso voluntariamente en acompañar al héroe del escudo después de que nadie más quiso, y este la ha rechazado. Sepa usted esto, es muy mal visto por la sociedad rechazar la propuesta de una noble —el rey trato de persuadirme a que aceptara el trato con su hija—. Señor Jarol, si usted admira tanto a estos soldados de su mundo, mantenga el honor al aceptarla como su compañera, no sea que por esa decisión se cierren puertas con otros nobles que podrían ayudarlo.

«Me arrincono contra la espada y la pared —debía salir de esta, y cuanto antes—. ¡No quiero terminar como Naofumi!».

—Verdad Jarol, no tienes nada que perder —insistió Motoyasu a que la aceptara.

«Plan uno: Fracasado. ¡Retirada, necesito apoyo!», me resigne.

—Está bien, la acepto en mi grupo.

Manty se alegró ante esto. Pero no me engañaba, podía ver con claridad sus intenciones.

—¿Hay alguien más que quiera acompañar a Jarol Varón, el héroe del escudo? —pregunto el rey a toda la sala. Nadie dijo nada. Luego añadió—: Entonces así será. Reúna a otros compañeros en su viaje, héroe Jarol, puede elegir a quien quiera.

—Eso era lo que pensaba hacer desde el principio, pero está bien.

—Los héroes recibirán una considerable ayuda monetaria cada mes, pero en esta ocasión el héroe del escudo recibirá un poco más que el resto —explico el rey.

Enseguida llegaron criadas y nos dieron el primer pago, el dinero que me merecía por haberme secuestrado estos bastardos.

—Úsenlas para prepararse como deban para su viaje.

A lo que el rey recibió un fuerte "Si" de nuestra parte.

Hoy comienza mi aventura. 

¿SOY EL NUEVO HÉROE DEL ESCUDO?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora