CAPITULO 5.

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—Adiós, Jarol —se despedía Motoyasu— y más te vale protegerla.

«Por desgracia lo haré», pensé con una sonrisa mientras los saludaba.

—Espero y puedas reclutar a mucha gente en tu viaje —dijo Itsuki.

—Volveremos a vernos —saludo Ren y enseguida se alejó junto a los otros héroes.

—Esta bien, hasta la próxima, ¡y que la Fuerza los acompañé! —igualmente me despedí.

Me disponía a subirlas escaleras, pero Malty se pudo al frente mío, interponiéndose entro yo y la escalera.

—Disculpe, héroe del escudo, permítame presentarme, mi nombre es Mein Sophia y me resulta un honor acompañarle.

—Ok, yo soy Varón, Jarol D Varón.

Ella estiro su mano para que la estrechara, dude por un momento, pero no vi peligro alguno, por el momento...

—No sabes el placer y el privilegio de conocer a tan brillante persona... —dije, con claro tono de sarcasmo en mi voz, mientras le extendía una mano a Malty para corresponderle el saludo. 

—Lo siento por esta pregunta, es algo que he tenido en mi mente desde que lo conocí —dijo Malty—. ¿Porque se hace llamar varón? ¿Eso no es un género?

—Así me apellido.

—Oh, ese es el caso.

Me solté de su agarre, terminando a si nuestro apretón de manos.

—Se nos va a hacer tarde si nos quedamos aquí, mejor nos vamos.

Tiempo después, en la ciudad ...

—Sígame, yo le guiare por esta ciudad.

Camine a paso ligero por esta maravillosa ciudad, todo parecía sacado de una película taquillera de Hollywood. Una a la que le había ido muy bien.

Pasábamos por un mercado, con tiendas y puestos establecidos al lado de la calle, todo era muy pacífico y acogedor. Que hasta me daría ganas de quedarme aquí, construir una cabañita y luchar contra creepers.

—Usted es asusto, héroe —me alago Malty.

—Si tú lo dices —dije. Esta bruja no me iba a sacar nada de información, soy un hombre de palabra, y no me dejare dominar de mis instintos.

—¿Qué hacemos ahora, héroe?

—Veamos, quiero que me lleves a una tienda de armas —exigí sin ofenderla, por ahora.

—¡Que excelente idea! —dijo ella— ¡Con el dinero que tiene podría comprarse un buen equipo! ¡Sígame!

Y así como si nada, la seguí.

«Sacare provecho de ella», una sonrisa maliciosa se formó en mí. Iba a hacer que ella se hartara de mi en este día y me dejara libre.

Unos Doritos crocantes después ...

—Llegamos —abrió a puerta—. Esta es la tienda de armas que le decía.

En seguida se asomó alguien de detrás del mostrador.

—Bienvenidos —dijo el herrero dueño de la tienda—. Eh, nunca antes te había visto. Una cara nueva por estos lares de vez en cado no hace daño, pero tienes buen gusto si decidiste venir aquí.

—Ella me lo recomendó —la señale—, y dice que usted es el mejor herrero que la ciudad jamás haya tenido.

Malty estuvo extrañada, pude verlo en su cara, se estaba diciendo: "Cuando yo he dicho eso". Luego sonrió, reconoció que yo era un tipo astuto. En este momento le agradecí a mi madre por haberme enseñado a leer el rostro y las expresiones de las personas, pero también es una maldición porque me entero de cosas que no quería solo con mirarlos.

¿SOY EL NUEVO HÉROE DEL ESCUDO?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora