Yeong Kim, un adolescente con un pasado trágico, descubre que está destinado a ser el líder de toda una especie, los Wolfblood, sin tener conocimiento de su linaje ancestral. Después de la destrucción de su propia manada, Yeong se ve obligado a vivi...
Yeong y Shannon corrían a la escuela, la castaña cobriza tenía prisa en llegar a la escuela.
Pero que hacía Yeong con ella, para eso tendremos que recapitular hace unos cuantos minutos.
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— Yeong, ¿ya estas listo? — preguntó su madre desde abajo.
La puerta había sonado, Hana abrió la puerta. Era Shannon, su respiración estaba un poco agitada.
— Buenos días, señora, ¿puedo hablar con Yeong? — preguntó la chica calmando su respiración.
— Claro, yo le digo. Por favor, pasa estas en tu casa — le invitó amablemente, se paró al pie de las escaleras de madera y subió un poco la voz — Yeong, una chica te busca.
Desde arriba se escuchó un " ya voy " por parte del muchacho. Unos instantes después bajó listo para ir a la escuela.
— Shannon, como supiste donde vivo — cuestionó el pelinegro.
— Prácticamente vivimos a unas cuantas casas de esta — respondió sincera.
— De acuerdo, nos vemos en la tarde mamá — se despidió el chico con un ademán.
— Si vas a llegar tarde, avisa — le advirtió Hana.
Salieron de la casa, Shannon quería contarle lo que había descubierto. Tal vez el no la trate de loca, pero para eso tenía que llegar rápido a la escuela para ver las fotos.
— Vamos Yeong, tenemos que llegar pronto — apresuró la chica.
— Veo que tienes prisa — comentó el de ojos otoñales lo obvio — vamos súbete a mi espalda, llegaremos más rápido así.
Shannon estaba un poco desorientada por su sugerencia, reaccionó cuando Yeong ya la había sujetado sus piernas para empezar a correr.
— Sujétate fuerte — advirtió el asiático.
Shannon no tuvo otra alternativa más que sujetarse, tan pronto como lo hizo, Yeong comenzó su andada. Iban bastante rápido, a los ojos de Shannon Yeong era muy veloz.
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