Yeong Kim, un adolescente con un pasado trágico, descubre que está destinado a ser el líder de toda una especie, los Wolfblood, sin tener conocimiento de su linaje ancestral. Después de la destrucción de su propia manada, Yeong se ve obligado a vivi...
Yeong era nuevo en el pueblo de Stonebridge, junto con su familia adoptiva. Se sentía nervioso, la mañana sería su primer día de clases, estaba ansioso, asustado y algo estresado. Que haría si su parte lobo se revelaba por accidente.
— Leo, baja a cenar — Grito Hana, su madre adoptiva — eso va para ustedes también Keith y Sabrina.
— Ya vamos — Exclamaron el otro par de jóvenes. El trío bajo las escaleras con calma, no tenían prisa. Después de todo ya habían desempacado todo, Yeong era el único preocupado por el día de mañana, Keith y Sabrina no tanto ya que ellos entraban a su tercer y quinto grado de universidad.
En el comedor estaban Hana y Andrew, la mujer terminando la cena y el padre poniendo la mesa. Una vez listo, todos se sentaron en la mesa, Hana colocó en el centro de la mesa una cazuela que contenía estofado de cordero.
— Leo, ¿estás listo para el día de mañana? - Preguntó Andrew comenzando a servirse el estofado.
— Aún no estoy seguro, no me agrada conocer gente nueva — Respondió el de hebras azabaches — Son difíciles de entender y de confiar.
— No tienes por qué hacer amigos el primer día cariño — Intervino la femenina mayor — Es solo que a tu padre y a mí, nos gustaría que hicieras amigos.
— No puedes quedarte en casa e ir siempre al bosque solo todo el tiempo — Apoyó a su esposa — Después de lo que pasó en tu anterior escuela, no queremos que en esta suceda lo mismo o algo peor.
En la otra escuela, Yeong fue expulsado por culpa de uno de sus supuestos "amigo", lo había acusado por robo y venta de exámenes, se pelearon por eso y Yeong casi lo mata.
— Es más fácil decirlo que hacerlo — respondió el menor con ironía en su voz.
— Por favor, Leo haz un intento — razonó la mayor.
— Lo haré solo porque me lo piden — respondió rendido, sabía que seguirían insistiendo hasta que aceptara - No esperen grandes cosas.
— Con que lo intentes, es más que suficiente — dijo finalmente Andrew.
Keith y Sabrina se mantenían en silencio, sabían que este no era un tema para meterse.
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A la mañana siguiente, se bañó y preparo sus cosas para ir a la escuela. Al bajar vio a su madre preparando huevos con tocino, en la mesa estaba una jarra de jugo fresco y algo de café recién preparado. Se sentó y almorzó en compañía de su madre con algunos chistes malos y uno que otro chisme.
Terminó y salió de casa, fue caminando para memorizarse el trayecto, al llegar vio algo de gente afuera. Tímidamente caminó entre las personas, su destino era la oficina del profesor Jeffrey, al verlo en la entrada se dirigió con él.
- ¿Usted es el profesor Jeffrey? - preguntó algo impaciente. Las miradas estaban sobre él eran realmente incómodas.
— Si y supongo que eres uno de los dos chicos nuevos que llegaban hoy — aseguró el hombre.
