Yeong Kim, un adolescente con un pasado trágico, descubre que está destinado a ser el líder de toda una especie, los Wolfblood, sin tener conocimiento de su linaje ancestral. Después de la destrucción de su propia manada, Yeong se ve obligado a vivi...
Yeong estaba en casa, estudiaba para un examen de matemáticas, pero extrañamente no se podía concentrar en nada. Sus encías le dolían, le dolía horriblemente la cabeza, no puede agarrar las cosas correctamente porque sus manos al igual que sus pies, estos tiemblan de igual manera.
Su madre está preocupada por él, al igual que su padre, ya rompió tres platos y dos vasos, sin mencionar que se ha caído de las escaleras cuatro o cinco veces. Pensaron en llevarlo al médico por cualquier cosa, pero si le recetaba descanso, reprobaría las materias.
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Al día siguiente en la escuela, Yeong caminaba un poco desorientado. Tropezó sin querer con Shannon y esta preguntó por su estado.
— Yeong, no te vez bien — comentó la chica.
— Créeme, he estado peor — exclamó el asiático masajeando su sien por el dolor.
— Vamos con Maddy — dijo está comenzando a caminar con el albino detrás de ella.
Maddy estaba sacando algo de su mochila, el aroma que emanaba de lo que parecía ser un frasco roto, llegó a las fosas nasales de Yeong. Era un olor asqueroso y algo nauseabundo a su parecer.
— ¿Qué es eso?, huele horrible — cuestionó Shannon.
— No es nada — dijo dándose la vuelta para que no viera que es.
— ¿Quieres un pañuelo? — preguntó Shannon amablemente.
— Enserio Shan está bien — negó Maddy amablemente.
Yeong no quería hablar, se sentía muy mal en ese momento como para participar en la conversación.
— ¿Lista para el examen de matemáticas? — cuestionó la chica de hebra cobrizas caminando adentro.
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En clase, es profesor Jeffrey pasaba lista.
— Smith — mencionó.
— ¿Qué? — gritó la chica después se dio cuenta — Lo siento señor — se disculpó la castaña de inmediato y el mayor simplemente negó y continuó.
