Bien sabemos cómo son los animales cuando quiren una pizca de mucha atención. Son tremenda lata. Podemos decir que hasta en cierto punto se puede encontrar tierno, hasta insufrible en los animalitos.
Pero ahora imaginemos este tipo de actitudes en una persona... En un hombre-pájaro.
Tú te encuentras tranquilamente realizando algunas actividades o tareas pendientes. Como no había mejor momento que ése, Keigo necesita de tu atención y de tus cariños.
Comenzaría por preguntarte si falta mucho para que te tomes un descanso o para que termines tu trabajo, minutos después recostaría su cabeza en tus piernas para que por inercia acaricies su cabello y si esta acción no tiene la reacción esperada o es un cariño desinteresado. Probaría con otras cosas.
Al final se levantaría de tu regazo e iría a la cocina por algo de comida pero el problema aquí es que haría ruido. Mucho ruido.
Ruido con los sartenes, ruido con los platos, ruido con los vasos, incluso para buscar la comida que quiere.
Todo con tal de que toda tu atención se centre en él; pero si esto aún no logra captar tu atención del todo. Volvería a ir hacia la dirección en la que te encuentras, se pararía justo detrás de ti, te abrazaría por los hombros y se inclinaría para acto seguido, juntar su mejilla con la tuya apretujándolas. Al final terminarías por soltar un leve suspiro de tus labios y dejarías tus pendientes de lado mientras lo ves con una sonrisa.
Keigo, feliz al ver esta acción te depositaría besos en aquella mejilla en la cual estaba apoyado, besos los cuáles se convertirían en un camino hasta llegar a tus labios donde depositaría muchos más.
Finalmente terminarían recostados; Keigo encima tuyo con sus brazos rodeando tu cintura y su cara acurrucada en tu pecho llegando a la zona de tu cuello. Tú por inercia estarías bajo él con una de tus manos jugueteando tiernamente con su cabello, mientras que la otra reparte dulces caricias a su espalda y sus alas (sin llegar a aquellas zonas erógenas) que yacen relajadas cobijando su cuerpo y el tuyo.
Entre tantos cariños, besos y dulces palabras. Los dos terminarían cayendo en los brazos de Morfeo.
BONUS:
Para que le perdones el haberte quitado tiempo destinado hacia tu trabajo, te ayudaría para que termines más pronto y siguieras mimándole sin ningún obstáculo de por medio.
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Discúlpenme por no haber podido actualizar esta historia, es solo que la escuela le re consume la vida a uno y ajá, pero en fin. Aquí les dejo este HC re empalagoso :b y espero que les haya gustado ^^♡
