Recuerdo lo hermoso que era Kim Taehyung.
Lo romántico y etéreo que era.
Oh nuestro amor, nuestro romance... sin importar nada, sin importar el tiempo y el lugar este persistiria toda la eternidad.
-Nosotros somos los protagonistas de nuestra histor...
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Jeon Jungkook nunca había recordado haber tenido ¿Celos? ¿Enojo? ¿Incomodidad?
Nunca como ese día.
Tuvo que haber seguido su instinto.
Taehyung ese día le había avisado que saldría a las 3 de la tarde de su trabajo así que no debería de esperarlo para comer, solamente le pedía que por favor le guardara un poco.
Jungkook aceptó muy tranquilamente, porque le había preparado una sorpresa, el iría a su trabajo y lo esperaría para llevarlo a comer.
Quién pensaría que Jeon Jungkook sería así de romántico cuando antes no confiaba en la gente.
Llevó acabo su plan y se puso lo más bonito que pudo, había llegado muy feliz no como ahora, pues se encontraba un poco ansioso, moviendo su pie recreando alguna melodía que había escuchado por ahí, 15 minutos de retraso por parte de Taehyung lo tenía preocupado así que entro a el lugar y preguntó por él a la recepcionista.
Ella amablemente pidio que se identificará por lo que orgullosamente dijo que era su esposo, cualquier reacción hubiera esperado menos esa.
La recepcionista se puso pálida, moviéndose un poco nerviosa al tocar los botones del celular donde le preguntaría al jefe si Kim Taehyung ya había salido. Jungkook prestó atención a eso y se le hizo extraño.
-Su esposo... Si, ok, yo lo dejo pasar. La jovencita terminó de llamar y lo volteó a ver por primera vez a los ojos desde que mencionó la palabra "esposo"
-El señor Kim dice que puede pasar, está en el segundo piso, la tercera puerta a la izquierda.
Jungkook asintió y avanzó hacía el elevador, sentía su estómago revolverse un poco, estaba presintiendo algo.
Siguió al pie de la letra las indicaciones, llegando a una oficina con paredes de vidrio de ese tipo que es borroso, alcanzó a ver a su esposo, siendo acorralado por una mujer mientras le pasaba la mano en su pecho, sus caras demasiado cerca, por lo que no veía muy bien a la de el.
Por primera vez, nuevamente, se enojo tanto que no pensó y abrió la puerta abruptamente haciendo que Taehyung se sobresaltara y más al ver a la persona que tenía enfrente.
Jungkook quería una explicación de parte de Taehyung, acaso le estaba siendo infiel, estaba enojado y decepcionado, quería decirle al igual que preguntarle porque parecía que se iban a besar, por qué estaba tan cerca... quería gritarle... todos esos sentimientos se esfumaron cuando observó el rostro de quién prometió amarlo por siempre.
Reflejaba miedo, esos preciosos ojos estaban reluciendo por terror, incomodidad y las lágrimas que querían surcar por sus ojos.
Jungkook no sabía que estaba pasando y se sacó más de onda cuando escucho una risa por parte de la mujer extra ahí.
-Oh, pero mira Taehyung, lo que tenemos aquí... Tu tan querido, adorado y amado esposo..
Se alejó del hombre para dirigirse a quién todavía estaba cerca de la puerta.
-Mira, mira, pero que bonito muchacho tenemos aquí, no me frunzas ese ceño que te hace ver horrible.
Jungkook volteó hacia Taehyung quien estaba congelado, temblaba un poquito tal vez de miedo o de nervios.
Taehyung reaccionó un poco y le hizo señas a Jungkook de que se fuera o más bien que ¿Huyera?
Nadie ayudaba a la confusión que tenía en su cabeza.
La mujer volvió a reírse para continuar hablando -Sabes Jungkook, que bueno que te encontré quería pedirte el cómo le hiciste para que Taehyung te ame tanto, jamás deja de hablar de ti, jamás te deja de presumir, jamás te dejo de ser fiel. Cada maldito intento que hago para seducirlo no funciona, ni con alcohol.
Decir que Jungkook no se enojo y tuvo un poco de miedo sería mentira.
El quería decirle algo, quería tal vez cachetearla porque le daba mala espina y después de haberse confesado aún más.
Respiro profundamente y avanzó hacia su esposo, empujando a la mujer y tomando la mano de Taehyung y así salir de ahí, ya en casa hablarían mejor.
Rápidamente tomados de la mano, escucharon decir. -¡No te lo robaras, Jeon Jungkook, me pertenece!
Sí, estaba loca.
......
Jungkook haría que Taehyung se cambiara de trabajo.
Después de haber llegado a su casa y dejar que su esposo se tranquilizara hablaron finalmente.
Taehyung le platicó que era nieta del jefe y apenas la habían transferido, como él es bueno en su trabajo lo dejaron de tutor y ahí fue todo de mal en peor.
A él le gustaba hacer que los nuevos se sintieran integrados, pero al parecer esa mujer lo tomo todo mal.
Le contó que empezó a llamarle, escribirle mensajes, tocarlo cuando estaba distraído, en sí, lo que estaba haciendo era acosarlo.
Sí, Taehyung tenía miedo, no sabía cómo decírselo a su jefe y que no lo despidiera y tampoco sabía cómo decírselo a Jungkook.
Y hoy en específico fue a pedir su cambio, no le dijo el motivo porque pensó que no le iba a creer pero su jefe era buena persona y el un buen trabajador así que le concedió el permiso para una empresa que se encargaba tomar fotos de paisajes en Busan y por eso la mujer estaba en su oficina, se enteró y se enojo porque no le había dicho y porque seguro era para alejarse de ella por lo que ahora sobrepasó los límites e intento besarlo pero fue cuando Jungkook llegó aparte de comunicarle que la recepcionista era cómplice de la nieta.
Ahhh, ahí Jungkook entendió su reacción...
Taehyung se lo contó llorando porque pensó que Jungkook se iba a enojar por no tenerle la confianza, todo lo contrario a lo que el pelinegro hizo.
El pelinegro sintió unas ganas enormes de romper cosas y ponerse a llorar, su osito había sufrido algo que no se lo deseaba ni a su peor enemigo.
Lentamente se acercó a su esposo y lo abrazó, colocando la cabeza ajena en su hombro para que pudiera llorar y desahogarse
Y así lo hizo, Taehyung lloró hasta que se sintió satisfecho y reconfortado, amaba tanto a Jungkook.
Después de ese día acordaron en no ocultarse cosas de esa magnitud porque entre ellos había apoyo mutuo y confianza plena.
Jungkook apoyó en su decisión de mudarse a Busan, al fin de cuenta allá creció, buscaron una pequeña casita ni tan lejos ni tan cerca de la ciudad, como el trabajo de Jungkook era independiente no había problema.
Y así, ambos comenzaron una de las más bonitas etapas de su vida juntos.
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