Serpents

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—¿Y tú qué haces aquí?

—No deberías de saludar así a una vieja amiga tuya querida Betty

—Nosotras no somos amigas— le dije de mala gana

—¿No? Pensé que después de tantas fiestas, de drogarnos juntas y de robar, entre otras cosas nos haría la amistad más fuerte que exista. Pero ya veo que no pensamos lo mismo

—Ni siquiera recuerdo que hice en ese tiempo Evelyn

Evelyn Ever Never, ella fue la primera persona que vi después de tener un episodio, según ella me explico ahora era parte de su pequeño grupo de amigos llamado "La granja" y que estábamos en una misión.

Llegue a la conclusión de que primero mentía pero al ver que traía un tipo de ropa hippie y que compartía habitación con ella me di cuenta que era todo verdad, nunca supe con exactitud en qué momento había perdido la razón pero a lo que me dijeron siempre estuve consciente de todo lo que hacía durante cuatro meses, había perdido mi control durante cuatro malditos meses, donde ella había tomado el control. Obviamente lo primero que hice fue salirme de ahí y al principio no quisieron dejarme ir.

Tuve que hablar y quedar en algunos términos con el padre de Evelyn, Edgar pero el no quiso dejarme ir tan facil ya que en sus propias palabras yo era su mejor "soldado". Me propuso un trato para dejarme ir sin ningún problema solo si accedía a ayudarlo a transportar un paquete especial a otra ciudad, accedí pero luego supe de que se trataba toda esa secta en donde estúpidamente me había metido, ellos traficaban órganos, al enterarme armé un plan, conocí a Sabrina que ella vive en la ciudad donde iba a ser entregado el paquete que es Greendale, me ayudó y yo la ayudé con otras cosas que no tienen relevancia en este momento.

Al final termine solo golpeada y tirada en la entrada del camper de FP, el me recibió y me ayudó pero nunca le conté nada o bueno, no le conte toda la historia, solo me limité a devolverle el favor que hizo por mi y me mantuve encerrada durante mucho tiempo sin hablarle a nadie, ni salir más que a lo necesario.

Hasta que llegó el insecto de su hijo y tuve que salir de nuevo.

—¿Qué diablos haces aquí?

—Oh Betty, tú sabes perfectamente porque estoy aquí

Creo que olvide mencionar que durante mi encierro me dio un ligero ataque de furia y fui junto con Sweet Pea, Fans, Joaquín y Toni a quemar la granja y apuñale a Edgar Ever Never por la espalda.

—¿Acaso crees que le interesa?

Evelyn me miro bastante molesta.

—Mira querida, a mi tampoco me interesa en realidad. Solo vine a avisarte que estás en serios problemas, ¿o acaso crees que a mi padre se le olvidó lo que hiciste?

—Se lo merecía, ustedes me obligaron a hacer cosas que en realidad no quería hacer

—Mejor cállate, por última vez, estás advertida con que te haremos sufrir...y mucho

Evelyn se va pero Jughead aparece al instante.

—¿Te gusto tu reencuentro con tu vieja amiga?— pregunto cerrando la puerta tras de él

¿Por qué siguen tercos con que somos amigas?

—Vete, no quiero que estes aquí

—Es mi casa lamentablemente

Rodé los ojos y regrese al cuarto y me tiré en la cama. Jughead no me molesto más en un buen rato y me quedé dormida. Al despertar mire un reloj que se encontraba por ahí y me estire, eran las dos y media de la madrugada. Decidí levantarme y sin avisar me metí al baño y me aseé, salí y al no tener mi propia ropa le robe algo a Jones y me lo puse, salí de su habitación y lo encontré sentado en su pequeño sillón de la estancia escribiendo como loco en su laptop.

Nuestras miradas chocaron.

—Buenos días Bella durmiente

—Idiota

Al ver que no hizo ningún movimiento por verme caminar como si de mi casa se tratase me acerque a la puerta.

Intente abrirla pero esta no se dio.

—No me creas tan tonto como para dejarte andar libremente por aquí sin preocuparme de que escapes rubia

Apreté la mandíbula.

Me senté en el suelo y observé cómo el individuo frente a mi escribía sin ánimos de prestarme atención.

***

Al día siguiente tuve la misma rutina y al siguiente día también, igual que al otro y al otro, sin darme cuenta el tiempo pasó y seguía sin poder salir de esta endemoniada casa. Jughead siempre se burlaba en mi cara ya que mis intentos de huir eran en vano, me sentía prepotente por no salir de aquí y dar batalla aunque a Jughead si le daba bastante lata con mi actitud borde y molesta.

Una noche estaba viendo al techo pensando si era mejor matarme en ese momento o esperar a que Edgar fuera por mi en algún momento pero cuando iba a tomar mi decisión entro Jughead a la casa bastante molesto, aventó su gorro a algún lado y tiro sus llaves mientras soltó un muy fuerte gruñido.

—¿Estas en tus días o que?— le pregunté cruzándome de brazos

—No estoy para tus bromas ahora Betty

—Ni yo para aguantarte así, ambos nos jodemos

Camine a la cocina y tome un vaso de agua, cuando iba a darle un trago Jughead me quita el vaso y se lo toma el de un solo trago

—¿Pero que...

—Mi casa, mi agua

—Eres un gran hijo de...

Justo cuando iba a terminar de insultarlo el deja el vaso en la mesa cercana a nosotros, me toma de la muñeca y me acerca a él. Me mira fijamente y yo le sostengo la mirada. Sus ojos azules me absorben por completo y nos quedamos así unos momentos pero el rompe la conexión y se va al baño no sin antes tomar las llaves que aventó hace unos momentos y llevárselas junto a él.

Me senté en el sillón y me quedé ahí hasta que el salió del baño, tenía unos pantalones de pijama azules y una camiseta negra, se encontraba secándose el cabello con una toalla y su mirada estaba perdida.

Fruncí el ceño.

Este chico es agobiante.

Cansada de tener que respirar el mismo aire que el me levante y tome rumbo a la habitación, me quite los zapatos y me aventé a la cama, momentos después escucho como la puerta es abierta, me di la vuelta y es Jughead.

—¿Y ahora que quieres?

No me responde y se sienta aún lado de mi en la cama.

Ambos nos quedamos en silencio, una vez más en la noche.

—Tú...

No pude terminar la oración (de nuevo) ya que Jughead me había besado (de nuevo).

Ambos nos encontrábamos besándonos como si nuestra vida dependiera de eso, el beso no era romántico ni mucho menos tierno, era un beso candente y con mucho deseo descargado en el. Me coloco sobre su regazo con cuidado y sin separarme de sus labios en ningún momento, el me acepta encantado y siento sus manos sobre mi cintura, el presiona la zona haciendo que también me cuerpo se presione contra el suyo, mis manos viajan sin rumbo por toda su cabellera negra y las de el viajan de arriba a bajo igual sin rumbo por mi cabello y espalda.

—Jughead, yo creo que...— intente decir pero el me calla volviéndome a besar

Si seguimos así no se que mas podría pasar...