No me destruyas » hyunjin

ᴄᴜᴀʀᴇɴᴛᴀ ʏ ᴏᴄʜᴏ

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Jeongin abrió la puerta de la casa de Hyunjin, encontrándose con Gaeul dormida en el sillón, la casa tenía demasiado eco y se sentía totalmente vacía. Se quitó los zapatos y entró descalzo, dejó la comida en la mesa y se acercó a Gaeul para despertarla.

–Eyy–la movió con sumo cuidado. –Gaeul...–y ella abrió los ojos, se le notaba cansada. –Ya traje la comida, iré a hablarle a Hyunjin para que comamos todos juntos.

Ella se estiró en el sillón y asintió a lo que Jeongin había dicho.

Entró al cuarto de Hyunjin, este estaba enredado en las sábanas, las lágrimas secas en su rostro y podía notar las grandes ojeras que tenía.

–Hyung que te has hecho...–musitó con voz débil, no quería que nada le pasará a su amigo.

Tras pasar unos minutos pudo levantar a Hyunjin, este no quería hacer nada y mucho menos comer, "no tenía apetito" según el, pero Gaeul y Jeongin lo estaban forzando a comer para una buena salud.

–Vamos necesitas alimentarte por que te puedes enfermar y enfermarse no es nada bonito, Hyunjin.–dijo Gaeul con voz tranquila y suave.

–No quiero, déjenme a solas.–se tapó completo con las sábanas.
–¡Diablos Hyunjin! Tenemos un chingo de hambre–Gaeul trataba de quitarle la sábana pero el la estaba agarrando con muchas fuerzas.

Ella se rindió, se ató el cabello y se subió arriba de Hyunjin, posicionó sus piernas en cada extremo y sus manos en cada extremo de la cabeza de Hyunjin, el lentamente se quitó la sábana dejando sus rostros un tanto cerca.

–Sino bajas a comer... lo haremos por las malas Hwang Hyunjin.

El la veía directamente a los ojos...no...se refería a eso. ¿Se refería a eso?... eso creo, ¡si se refería a eso!.

–Dale, no tengo problema con eso–susurró Hyunjin.
–Bien...disfruta...

Y le empezó a hacer cosquillas como a los viejos tiempos, Hyunjin empezó a carcajear, a Gaeul le encantaba su risa, aún recuerda esa risa pegajosa. Pasaron los minutos y aún seguían jugando como niños pequeños hizo llorar a Hyunjin por que nunca paró de hacerle cosquillas. Ese era el punto débil de Hyunjin, las cosquillas y realmente las odia.

–¡Okey ya!–carcajeo. –Voy a comer pero déjame...–volvió a reír. –De hacer cosquillas que las odio por completo.

Gaeul paró de hacerle cosquillas y pudo dejar que el respirara, una vez que controló su respiración, la vió, aún en su regazo, pero como no podían contenerse se echaron a reír de nuevo.

–¡Hubieras visto tu cara!–se tiró a lado de él.
–¡Y tu la tuya!–rieron al mismo tiempo y luego soltaron un suspiro.
–¿vamos a comer?
–Mmmm con las cosquillas ya no tengo hambre.
–Tsk, tú querías comer ahora te jodes por qué te dio hambre y me viniste a despertar.

Por último rieron y bajaron a comer, la mesa ya estaba lista gracias a Jeongin. Todos tomaron asiento y empezaron a disfrutar de la comida.

–Mmmh está buenísimo.
–Lo se, en ese restaurante venden la mejor comida–Hyunjin llevo una cucharada de pasta a su boca.
–Creo que solo me vendré a vivir a Corea por esta comida–dijó Gaeul señalando con su cucharada la comida.