𝐅𝐎𝐔𝐑𝐓𝐇!

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CONVENCER A DRUIG fue más sencillo de lo que Nesryn había imaginado, por lo que ahora en el avión privado de Kingo yendo a buscar a Phastos todos los Eternos la escuchaban atentamente ante la serie de preguntas que Druig le había hecho —condición ...

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CONVENCER A DRUIG fue más sencillo de lo que Nesryn había imaginado, por lo que ahora en el avión privado de Kingo yendo a buscar a Phastos todos los Eternos la escuchaban atentamente ante la serie de preguntas que Druig le había hecho —condición con la que él había aceptado ir—, y que seguía haciendo sin parar.

¿Entonces peleaste junto con los Vengadores? dijo con voz incrédula Sprite quien la observaba desde su asiento. Nesryn asintió lentamente . Pero no se suponía que interviniéramos en sus asuntos, ¿ellos saben qué hay más como tú?

En realidad no, les dije que enviaban un Eterno a cada planeta, cosas así. Además es el mundo en el que estoy viviendo, durante mucho tiempo no fui una Eterna, fui parte de la familia de los Vengadores y no me arrepiento de mi decisión, lo haría sin dudarlo de nuevo Druig asintió, al igual que todos en el avión. Era una nueva faceta en la personalidad de Nesryn, una personalidad imponente y casi mortífera si no la conocieran, pero ella amaba demasiado a su familia de Eternos —incluido Druig— tanto como a su familia de Vengadores. Aún recordaba el doloroso grito que había soltado con la muerte de Tony Stark, quien de una u otra manera la había guiado y había cumplido con el rol de un padre en su vida. Quien le había regalado su primer traje de Vengadora y quien junto con su esposa le otorgaron el apellido Stark.

Pero no lo usaba en público, para evitar ciertos problemas. Pero en la casa de los Stark había una foto con cuatro personas. Y siempre iba a visitar a la primogénita de Tony y la llenaba de regalos y abrazos.

Otra pregunta, ¿con quien te casaste?, mira que cualquiera que tenga un apellido ridículo como Williams... Druig le regaló una sonrisa socarrona mientras esperaba la respuesta por la que moría de curiosidad, con la joven sentada enfrente de él con las piernas cruzadas con flojera y masticando un chicle sin muchos ánimos, la observo rodar los ojos y le pareció divertido.

Eso es personal, ¿no crees?, ya han sido muchas preguntas, mosca. Ve a meterte en la sopa de alguien o en cualquier otra cosa, pero no en mi vida le respondió la empatica. Pero de cualquier forma eso aumentó la curiosidad de el controlador de mentes quien no desistió de la pregunta.

¿Te da vergüenza?, si es feo no me burlaré, tal vez sí, de hecho sí, lo haré.
No es feo.
¿Ah, no? ¿Entonces? la empatica se inclinó hacia Druig y el Eterno hizo lo mismo, con sus asientos uno frente al otro quedaron bastante cerca. Kingo le hizo señas a su asistente —Karun, quien siempre llevaba una cámara a pesar de que ya se habían roto varias—, para que grabara la escena de aquellos dos Eternos enfrascados en su duelo de miradas.

Parece que tanto tiempo en la humedad del Amazonas te hizo daño. Te volvió un metiche la empatica le dio una corta sonrisa mientras su vista se enfocaba en las facciones del joven frente a ella. Sus ojos azules y aquellas facciones, el cabello negro que le caía en la frente. Sin contar que todo el conjunto de ropa que poseía era negro, y la maldita chaqueta de cuero negro le quedaba tan bien. Nesryn dejó de pensar y se apartó de golpe apartando su vista hacia otro lado.

©𝐏𝐔𝐑𝐏𝐋𝐄 ᵃⁿᵈ 𝕮𝖔𝖋𝖋𝖊𝖊.   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora