UNOS DÍAS ANTES DE que Nesryn y Druig fueran a visitar a Pepper se habían quedado en un departamento que Nesryn había comprado años atrás, en la ciudad de New York. En lo alto de el edificio donde la vista de los ventanales daba a las calles amplias y llenas de tráfico que daban un espectáculo de luces en la noche, al igual que los edificios frente al departamento.Druig y Nesryn se habían puesto a platicar, aclarar ciertas cosas para el desarrollo de su relación aunque en realidad estuvieron reviviendo sus anécdotas de años atrás cuando se molestaban constantemente, y recordando con un deje de tristeza a Ajak quien siempre había deseado verlos convivir de la manera en la que ahora lo estaban haciendo.
Nesryn estaba acostada en el regazo de Druig mientras que este a su vez la abrazaba por la cintura apoyando su cabeza en el pecho de la empatica.
— ¿Te volviste fan de la música? — cuestiono Druig a la vez que observaba los audífonos morados de su compañera.
— Sí. Con la música puedes expresar muchas cosas, sentir muchas cosas... es una manera de comunicación muy íntima — le contesto a la vez que los encendía y buscaba una canción en específica de su playlist. Hace varios días que ella y Druig se besaban de aquí y allá, pero no llegaban a más, en realidad porque quizás ambos eran bastante tímidos para preguntar después de tanto tiempo. Para preguntar si tal vez alguno quería dar el siguiente paso e ingresar a la habitación para no salir hasta la mañana siguiente.
Pero la empatica supo que no había mejor manera de expresarlo que por medio de música.
Especialmente música de Doja Cat.— Necesito que escuches esta canción y cuando termine me explicas lo que le entendiste —pidió la empatica a la vez que le extendía los audífonos a Druig.
— Mientras no me quieres hipnotizar con esto, todo bien.
— Baboso. Apúrate, póntelos — el Eterno lo hizo mientras que Nesryn le ponía play a Need To Know de Doja Cat y le subía el volumen de forma moderada.
Cuando el primer minuto de la canción pasó, Druig estaba bastante sonrojado mientras aferraba su agarre en la cintura de la Eterna quien parecía divertida con los gestos que hacía el pelinegro. Ella se sabia la canción de memoria, desde que había salido era una de sus favoritas, y aunque no era una canción romántica, cuando se dedicaba dejaba marca y estragos en la persona.
Cuando la música llegó a su fin, el Eterno se retiró los audífonos y los dejó a un lado del sillón mientras ocultaba su rostro sonrojado en el pecho de Nesryn quien se carcajeó.
— ¿Cómo...? ¿ahorita?¿ahora...ahora mismo? — la Eterna afirmó con la cabeza mientras dejaba un beso en la frente de Druig con todo el cariño que ella podía impartirle, ella estaba gozosa, puesto que Druig a pesar de sentir pasión, sentía cariño y mucha pena. Era muy tierno de su parte que hizo el corazón de Nesryn latir con más fuerza aún.
— Ven, vamos, señor Druig —Nesryn se puso de pie y extendió su mano hacia él quien aún apenado la tomó y juntos se dirigieron a la habitación cerrando la puerta tras ellos.
Esa noche quedó grabada en el cuerpo de Nesryn, en cada beso y toque bajo su cuerpo, cada sentimiento que podía transmitirle a su querido amado. Por qué a ella le gustaban muchas cosas de Druig a pesar de que nunca se las había dicho, hasta esa noche.
Le gustaba la manera en que sus ojos se achicaban cuando le sonreía con sorna, también le fascinaba cuando hablaba de forma altanera sin bajar la mirada mientras te hipnotizaba con sus ojos azules. Y le gustaba la manera tan pura en la que él la quería a ella.
Habían pocas cosas que a Nesryn verdaderamente le gustaban en la vida. Si las enlistaríamos lo primero en la lista sería tener poderes; le encanta tener poderes y poder usarlos para un fin responsable. Lo segundo en la lista serían los Eternos y su familia de Vengadores —todos y cada uno con sus diferencias, ventajas y desventajas, no importaba—, ella los amaba incondicionalmente pero no era buena en demostrarlo seguido. Lo tercero es el café, los cigarrillos y el color morado. Para terminar la pequeña lista, Druig ocupaba el cuarto lugar. Porque Druig abarcaba todos los puntos, pues él era su familia, su amante, le ayudaba con sus poderes y nunca la hacía sentir de menos, con Druig podía tomar café las veces que quisiera e incluso, si él se atrevía, acompañarla a fumar. Él era el paquete completo y lo único por lo cual tenía para agradecerle a Arishem. Haberlo creado.
«Oh, Tony, ¿te acuerdas que te hablaba de el?, bueno... sé que te dije que lo odiaba, y en el reflejo de tu cara se que nunca me creíste. Siempre tienes razón, aunque no me guste aceptarlo, Dios, soy una Stark, admitir que no tenia razón me pega en el ego. De cualquier forma, me hubiera gustado que... que lo hubieras conocido, porque juro que es una de las personas que se preocupaba por la raza humana tanto como tú. Sin embargo ambos son bastante incomprendidos.
Te extraño cada día más, y extraño platicar contigo en la madruga. Desearía que estuvieras conmigo, con Pepper y Morgan. Pero supongo que alguna día estaré a tu lado, y cuando ese día llegue, te daré un abrazo.
Con amor, para ti,
Nesryn Stark.»Nesryn dejó caer el bolígrafo a un lado mientras observaba a su amante dormido en la cama con la sábana tapando su torso desnudo mientras que la luz de luna que se atravesaba por las cortinas le alumbraba el rostro. Ella sonrió, dobló la carta y le rogó a cualquier Dios que estuviera disponible que le hiciera llegar la carta a su padre. La guardo en una caja de madera y la escondió debajo de su cama.
Se acosto a un lado de Druig quien rápidamente la abrazó por la cintura soltando un suspiro. Fue entonces que Nesryn se permitió dejar atrás todo mal momento que la vida le había otorgado y disfrutar de la felicidad que tenía.
𝐓 𝐇 𝐄 𝐄 𝐍 𝐃!
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©𝐏𝐔𝐑𝐏𝐋𝐄 ᵃⁿᵈ 𝕮𝖔𝖋𝖋𝖊𝖊.
Fanfiction【🅔𝐓𝐄𝐑𝐍𝐀𝐋𝐒】 【𝐅𝐀𝐍𝐅𝐈𝐂 𝐖𝐈𝐓𝐇 𝐃𝐑𝐔𝐈𝐆!】 D̸esde que despertaron Nesryn y Druig se han molestado de todas las formas posibles. E̸l sarcasmo es algo que emana desde lo más profundo de sus sere...