𝐅𝐈𝐑𝐒𝐓!

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𝐁 𝐀 𝐁  𝐈  𝐋 𝐎 𝐍 𝐈 𝐀   𝟓𝟕𝟓  𝐀

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𝐁 𝐀 𝐁 𝐈 𝐋 𝐎 𝐍 𝐈 𝐀 𝟓𝟕𝟓 𝐀.𝐂


DESDE QUE SE TIENE memoria los Eternos han luchado contra los Desviantes, también claro, con las infantiles peleas de Nesryn y Druig cada que se auto saboteaban en las batallas.



¡Te fuiste directito de cara al arroyo! ¡Ja! se burló la joven de cabello negros y cortos, mejor conocida como Nesryn quien tenía el poder de la empatía y la telequinesia. El primer poder le permite manejar los sentimientos y el actuar de las personas a su antojo. El segundo, bueno, es muy útil para tirarle a Druig muchas cosas a la cara sin moverse de su lugar.

Nesryn le dio la espalda a el Eterno controlador de mentes mientras se dirigía a ayudar a Thena con uno de los últimos Desviantes de la ciudad de Babilonia. Con su traje lila ondeando por las ligeras telas que simulaban una falda. Mientras tomaba impulso para saltar arriba del Desviante, Makkari la tiro y cayó con un golpe sordo al suelo.

Makkari se detuvo y señaló a Druig rápidamente.

«No ha sido mi intención, perdí el control de mi mente un momento por su culpa» explicó y se retiró dejando una ráfaga de polvo. Thena clavo su espada y atravesó al Desviante.

¡Eres un maldito! el grito de la empatica alertó a los demás Eternos, quienes se acercaron a presenciar una nueva escena. Unos pasos lejos, claro. Druig salió del pequeño arroyo donde fue arrojado con el traje escurriendo y el cabello despeinado acercándose a Nersryn con paso igual amenazante.

Ajak soltó un suspiro y se apoyó en el cadáver del Desviante con cansancio.

¿Yo?, tú me empujaste hacia la orilla respondió Druig una vez sus ojos azules conectaron con los café de la Eterna —. Solo te devolví el detalle.

Claro, claro, ¿tenías que usar a Makkari porque no podías hacerlo tú? Nesryn estaba a sólo unos centímetros del rostro del contrario mientras expresaba su enojo, y el contrario le respondía sin alejarse. Sus narices se rozaban pero eso no les importaba, al contrario, sabían que al opuesto le molestaba que invadieran su espacio personal y lo hacían a propósito.

Makkari estaba de paso, pero puedo hacer esto los ojos de Druig se iluminaron y fue cuando Nesryn alzó su mano y se dio una golpe en la cabeza que resonó.

¡Tremendo hijo...! ¿Con esas vamos? Druig elevó sus labios en una leve sonrisa. Enarcó una ceja con altanería —. ¿Te gustan los mangos, Druig? pregunto la chica con las manos en la espalda. Los demás Eternos intentaban mantenerse serios para el regaño que seguro Ajak les daría a sus compañeros. Pero es que ellos cada vez se ponían más creativos.

©𝐏𝐔𝐑𝐏𝐋𝐄 ᵃⁿᵈ 𝕮𝖔𝖋𝖋𝖊𝖊.   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora