Martes, 14 de diciembre de 2021 – 21:13
Un par de calles más, y vuelta a la derecha. La segunda cuadra desde entonces, en un edificio de cinco pisos color verde oliva. El muchacho agradeció el servicio a quien hizo de chofer esa noche, bajó su rollerboard y ajustó su mochila color caqui; reflexionando sobre el rumbo que estaba tomando su vida tan drásticamente.
—305... 306. Es esta —habló para sí, inseguro de llamar, pero finalmente lo hizo. La puerta se abrió dejando salir un agradable olor a vainilla.
—¡Bienvenido! —le dijo el dueño de casa, tomando la rollerboard del recién llegado—. Lamento haberte hecho esperar un par de horas. Es que todo fue muy repentino —dijo mientras ingresaba al domicilio—. ¡Pero no te quedes ahí parado, sigue por favor! Hace mucho frío esta noche.
—Permiso... —replicó a media voz, haciéndole caso al más bajo y cerrando la puerta tras de sí. El aroma de la vainilla era más intenso, pero no llegaba a ser agobiante. Era perfecto.
—¡Es un placer! Mi nombre es Izuku Midoriya. Espero que podamos llevarnos bien —le sonrió de forma radiante, mientras dejaba la carga junto a un sofá cama de dos espacios de un color, que según Izuku, era "medio bronce, medio gris".
—Un gusto. Soy... —titubeó un momento— llámame Shoto.
—Un gusto Sh-Shoto-san —respondió con nerviosismo al llamarle por su nombre. Acto seguido le dedicó una sonrisa mientras le invitaba a lavarse las manos y a dejar sus cosas en la pequeña sala para que se sintiera más cómodo—. ¡Oh, vaya! Traes el cabello húmedo, te puedes enfermar. Por favor, toma un baño para que no te resfríes.
El heterocromo asintió ligeramente; pero se quedó quieto en su sitio.
—Es la puerta del fondo. Ya dejé preparado todo antes de que llegaras. Por favor, siéntete como en casa—. Por tercera vez en esos brevísimos minutos juntos, sonrió radiante. Shoto asintió nuevamente, hizo una pequeña reverencia como agradecimiento sin estar completamente seguro de cómo tratar al peliverde, y fue directo al baño con su mochila más pequeña.
***
Hace dos horas —o quizás menos— le habían llamado de emergencia para pedirle alojamiento por tiempo indefinido; pero que probablemente sería cosa de un par de semanas. La persona que lo llamó era de completa confianza, por lo que no dudó en aceptarlo, además de que el pago de todo un mes le sería transferido de antemano a su cuenta de banco, incluso si su huésped no se quedaba todo ese tiempo. Antes de cerrar el trato, pidió un poco de tiempo para arreglar el departamento. Su amigo aceptó y enseguida le hizo llegar el comprobante de la transferencia. Nada más ni nada menos que ¥100.000. Se notaba que la persona detrás de ese pedido repentino era pudiente porque había pagado el doble de la tarifa regular en un instante.
Midoriya no tenía mucho que hacer con el aseo del departamento, casi todo estaba en orden. Apenas el domingo pasado había limpiado minuciosamente, como lo hacía cada semana. Sin embargo, recibir un nuevo inquilino le dejó inquieto, sobre todo por la forma tan extraña en que se habían desarrollado los acontecimientos. En menos de diez minutos había aceptado, y una suma nada despreciable de dinero estaba en su cuenta. En ese mismo correo, recibió información de la persona a quien iba a recibir: Himura Shoto.
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SAYONARA burbujita ♥ [TODODEKU]
FanfictionPasión no encontrada. Todoroki Shoto, harto de su apellido, deja todo lo que conoce para encontrarse a sí mismo. En el camino se enfrenta a una serie de inconvenientes que jamás hubiera imaginado tras vivir 24 años en una burbuja de privilegios. Au...