Capítulo 4: Hilos que se tejen

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Lunes, 13 de diciembre de 2021 – 17:36

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Lunes, 13 de diciembre de 2021 – 17:36

—Señor, su tarjeta ha sido rechazada —indicó la encargada del bar donde se encontraba esa tarde de lunes. Shoto le mostró tres tarjetas más, y con todas sucedió lo mismo.

—Maldito viejo —susurró para sí mientras sacaba un par de los poquísimos billetes que traía en la cartera. Menos mal no había pedido la botella más cara del lugar, sino simplemente un trago de vodka para entrar en calor.

—Muchas gracias por su visita, señor —le despidió la mujer con una sonrisa que claramente mostraba diversión ante el suceso.

El muchacho se retiró, perturbado. Era natural que después de esa pelea su padre tomara esas medidas. No era la primera vez que lo hacía, y si mal no recordaba, las cosas se arreglaban con una disculpa. No importaba si era sincera o no, a su padre le bastaba 'una disculpa'. Pero en esta ocasión había ido demasiado lejos, y no le apetecía decirle "lo siento". Ya no era un adolescente, sino todo un hombre. Se las arreglaría sin el apoyo económico del viejo. Así que, sin distraerse, fue al hotel donde estaba alojado. Resta decir, que era el más lujoso de la ciudad.

Una vez dentro de su habitación, el teléfono del inmueble sonó. Shoto, respondió al tercer tono.

—Diga.

—Muy buenas noches, esperamos que encuentre cómoda su estancia en nuestras instalaciones. El motivo de nuestra llamada es para informarle que su tarjeta ha sido rechazada y que podemos alojarlo solo hasta el día de mañana al mediodía. Pero en caso de que quiera alargar su estancia, le esperaremos en recepción para que pueda facilitarnos un nuevo método de pago.

—Comprendo, y no se preocupe. Mañana me marcho.

—Lamento mucho las molestias. Conocemos de primera mano su perfil como miembro de la familia Todoroki, así que siéntase libre de pedir servicio a la habitación para reparar este mal rato.

—Sí, gracias —Y colgó.

Shoto pensaba quedarse hasta el fin de semana antes de instalarse en la casa de su madre. Sin darle más vueltas al asunto, se dio una rápida ducha para nadar por última vez en la piscina olímpica cubierta del hotel. Como de costumbre, solo encontró a dos o tres aficionados como él. Nadó por cerca de hora y media, en intervalos regulares de veinte minutos, con descansos de cinco a diez minutos para recobrar el aliento.

A eso de las 19:30 estaba de vuelta en su habitación. Tomó un baño para retirarse los restos de cloro y juguetear con las hebras blancas y rojas de su cabello cubiertas de espuma. Luego el acondicionador. El gel de baño de melón y pepino. Y finalmente, el agua calentita que se llevaba el cansancio. Arregló todo, y salió envuelto en vaho. Sus ventanas de empañaron y la cama de dos plazas y media le llamaba a gritos. Pero antes, fue por el secador de cabello.

Una cosa llevó a la otra, así que encendió la televisión y buscó un canal de música suave. Listo. Luego, llamó al servicio a la habitación para ordenar un platillo que contenga pavo a la plancha y vegetales salteados, con una limonada. Listo. Se puso la ropa más cómoda que encontró, bajó un par de grados a la calefacción para sentirse más fresco, y tomó su teléfono celular. Encontró lo típico, varias llamadas perdidas de Fuyumi y su madre. Un mensaje de Natsuo, y una nota de voz de Touya de pocos segundos. Nada de su padre, pero sí un correo electrónico de su abogado.

SAYONARA burbujita ♥ [TODODEKU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora