Pretty Boy [Xiaother] EN CORRECCIÓN

Capítulo 10

No es sino hasta la mañana siguiente que Childe se ha ido de vuelta al hotel en el que se estaba hospedando y Aether no puede estar más motivado luego de las noticias sobre aquella importante  competencia. Según lo que el pelirrojo le había contado el día anterior, en su academia la noticia sería revelada durante la próxima semana por lo que al menos, ya llevaba una gran ventaja sobre sus otros compañeros. Seguía sintiéndose culpable por los métodos que usaría para pasar a las finales  pero trataba de despejar su mente lo más que podía de aquello. Aether tenía en claro que en lo único que tenía que concentrarse ahora es en mejorar con cada práctica. 

Su día iba a estar sin duda ajetreado de ahora en adelante.

Childe una vez le dijo que en la vida suelen haber segundas oportunidades pero en el ballet solo existía una y cada bailarín decidía si la tomaba o la dejaba ir. Ya bastante tiempo había pasado desde que estuvo emocionado por competir y no iba a tirar la toalla. No ahora.

Al levantarse de su cama su cabeza le dio vueltas haciendo que volviera a sentarse sobre sus sábanas blancas. Aether inhaló y exhaló profundamente para luego intentarlo de nuevo consiguiendo pararse esta vez. Ahora que estaba un poco más consciente de si mismo atribuyó su sentir a la gran emoción por la competencia.  Como un hábito ya, Aether se giró para contemplar su figura en espejo de cuerpo completo y se levantó la blusa. Su abdomen se mostró con ligeras marcas a los costados, sus costillas florecían un poco más contra la pálida piel, la imagen se asemejaba a un par de dedos trazando un ligero papel que se marcaba con facilidad. Bajó una mano para presionar su vientre bajo y la poca felicidad que había sentido se desvaneció cuando su pulgar se frotó contra la suavidad aún ahí. 

Había estado haciendo ejercicio constantemente, ni mencionar los largos entrenamientos en su academia y redujo de forma considerable las calorías que consumía pero aún así no parecía ser suficiente. Su abdomen, su cuerpo en general no parecía haber perdido la grasa suficiente para ser idéntico a alguno de esos chicos en internet.

Su mirada se dirigió de su abdomen al reloj, aún era demasiado temprano y no había desayunado. Entonces, en la mente abrumada del rubio la idea de buscar un par de rutinas mañaneras pareció sonar bastante atrayente. Sería solo algo inofensivo para comenzar el día, se estiraría un poco y después buscaría algo ligero para ingerir, días atrás leyó en un sitio de internet que hacer ejercicio con el estómago vacío quemaba más calorías y por ende, adelgazaría aún mas rápido.

Un deje de motivación apareció en su ser y de inmediato encendió su celular pasando de largo un par de mensajes que tenía en la barra de notificaciones para llegar a  Youtube y teclear "yoga" en la barra de búsqueda.

Los minutos pasaron.

Solo sería una rutina, 10 minutos y se iría a la cocina.

Pero inevitablemente y sin darse cuenta, Aether ya estaba a la mitad de un entrenamiento. Su cuerpo estaba cansado, días como esos solía tomárselos como libres para descansar y hacer absolutamente nada, no obstante, las cosas estarían cambiando un poco.

"Si en verdad quieres lograrlo, debes dar todo de ti." Se dijo a si mismo emitiendo un pesado jadeo antes de seguir con la rutina.

Y así lo que comenzó como simple yoga para estirarse al final se convirtió en un entrenamiento de abdomen y brazos. Se trataba de algo riesgoso teniendo en cuenta la poca energía que el muchacho poseía pero Aether era un hombre determinado y sobre todo, de palabra.

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Al finalizar sus ejercicios Aether estaba completamente empapado en sudor, jadeando y con su cuerpo pegado al suelo en forma de estrella. Si su mente estaba dando giros en la mañana ahora era peor. No tenía la energía suficiente para levantarse luego de todas esas series, sus músculos estaban bastante adoloridos  y a pesar de haberse despertado hace más de media hora empezaba a sentirse somnoliento. No queriéndose dejar llevar por los brazos de Morfeo una vez más inhaló y exhaló con fuerza, sus pestañas revolotearon con lentitud tratando de mantener sus ojos abiertos. Era como tratar de mantenerse despierto en una aburrida conferencia sobre matemáticas. Quería descansar pero aún tenía muchas cosas que hacer ese día. Su respiración pareció desacelerar poco a poco y  justo cuando sus pupilas se mantuvieron fijas en el techo con sus parpados a punto de cerrarse, su celular chilló estruendosamente con el tono de llamada, obligándolo a salir de su ensoñación.