Capítulo 17

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Lo primero que vio fue un precioso puente blanco en medio de un cielo cuyo final se extendía en un precioso jardín repleto de sauces. Sus pasos se dirigieron con gracia y calma hasta el lugar sintiendo su alma en paz lejos de las presiones que el mundo terrenal conllevaba.

Se sentó debajo de la sombra de un viejo sauce, su cuerpo había dejado de doler y se permitió admirar el precioso paisaje que tenía frente a él. 

Cuando una de sus manos tocó el pasto se dio cuenta de que había una pequeña rosa que había comenzado a florecer, Aether se sintió curioso pues poco después más rosas comenzaron a rodear el sendero. Todas parecían estar atentas a su presencia humana como si se tratase de algo extraordinario jamás antes visto.  Gentilmente se permitió rozar uno de los pétalos carmesí con la punta de su dedo, la rosa parecía feliz y él cada vez más somnoliento hasta que preso de la tranquilidad del lugar cerró sus ojos.

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El humo de algo delicioso en el lugar y sobre todo el repiqueteo del afilado cuchillo contra la tabla de picar le hizo despertar de aquel relajante sueño. Aether descubrió que su cuerpo aún dolía y estaba lo suficientemente cansado para siquiera levantarse e ir por alguna pomada calmante. Se vio sin otra opción más que permanecer en su lugar por un rato más, de cualquier manera tampoco tenía ánimos de hacer otra cosa que no fuera dormir.

Mientras su consciencia volvía poco a poco de las tierras del sueño se dedico a observar el lugar en el que estaba. El departamento de Xiao como era de esperarse, tenía toques aún más lujosos que el suyo. Su sala de estar cómoda y amplia daba a una vista impresionante de la ciudad. Aether dedujo que debería estar al menos en el piso 82 del edificio. En lo que era la repisa que adornaba una chimenea de gas se posaba una enorme televisión de aproximadamente 70 pulgadas y una consola de videojuegos del modelo oriental más reciente. El piso estaba cubierto por una suave alfombra azabache y la mesa de centro tenía encima una caja dorada con humo de incienso escapándose de sus aberturas en forma de flor. En su mayoría todo era blanco y negro para que hubiese un equilibrio. Parecía un lugar acogedor y extremadamente ordenado en el que no le molestaría quedarse durante el tiempo que le quedaba.

Aether se sentó, la manta resbaló sobre sus hombros para caer en su regazo dejándolo expuesto a la brisa fría que se colaba de la puerta abierta del balcón. Miró el reloj, ya era de noche había estado durmiendo demasiado tiempo y aún se sentía cansado pero se obligó a ponerse de pie sintiéndose avergonzado de su propio estado lamentable.

Guio sus propios pasos en base a los sonidos que provenían de la cocina hasta que se encontró con Xiao terminando de echar lo que parecían vegetales a un sartén. El sonido crujiente del aceite le hizo relamerse los labios secos solo para darse cuenta de cuan hambriento estaba. 

-Huele delicioso -Comentó para después sonreírle a Xiao con gentileza en cuanto sus miradas conectaron.- ¿Qué es?

-Es cerdo Char Siu con arroz y vegetales -Respondió Xiao tranquilo, luego tapó la sartén y se acercó al rubio para compartir un beso breve pero amoroso.-¿Dormiste bien?

-Un poco, aún estoy cansado incluso cuando he dormido tanto -Admitió apenado.

-Es normal teniendo anemia. Compré carnes rojas para ayudar a tu sangre entonces puedes dormir todo lo que quieras -Recomendó sin querer dejar ver su preocupación lo que al rubio le pareció tierno.

-No quiero ser una carga más, aunque sea puedo lavar los platos -A pesar de la tentadora propuesta Aether por supuesto se negó y fue directamente a lavar los utensilios que había ocupado Xiao.

Pretty Boy [Xiaother] EN CORRECCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora