Capítulo 9

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-¿Me puedes explicar que hacemos aquí? - dije mientras veía a Drake observar un par de camisetas que se encontraban colgadas dentro del establecimiento-¿Por qué tuviste qué traerme al centro comercial? Quería estar el día de hoy en casa-Es domingo y es lo justo.

-Hermano tu no vives en ese apartamento, ¡tu vives para el apartamento! - bromeó antes de volver a dejar la camiseta en su sitio-Hace meses no te compras algo de ropa y como buen hermano mayor que soy, pues te traje a por algo-.

-Sabes que yo lo puedo comprar y venir solo-.

-La idea querido hermano- pasó su mano alrededor de mi cuello-Es pasar tiempo juntos-.

-¿Enserio querías comprarme ropa o... Lo haces para verte bien cuando estés con Dane?- levanté una de mis cejas mientras esperaba su respuesta.

-También, pero... Los abuelos vendrán de visita hoy-.

-¡¿QUÉ?! - No es que no quiera ver a los abuelos, es solo que me molesta que no me lo haya dicho antes-¡Idiota me lo hubieras dicho antes! -.

-Lo olvidé, ¡¿de acuerdo?! -¿Cuando no? -Pero ya olvidalo, mejor busquemos un par de suéteres de chico bueno, te quedarán perfectos- bromeó y le di un leve empujón-¡Está bien!, solo bromeaba-.

Al llegar a casa lancé las bolsas de las compras directo a mi cama, Drake dijo que los abuelos no tardaban en llegar, pues habían emprendido su viaje a Chicago desde muy temprano para llegar antes de la cena y el muy imbécil apenas me lo dice.

Saqué la ropa de las bolsas de compras y la observé, como les mencioné antes no suelo ser para nada complicado con mi forma de vestir, algo sencillo está bien para mi, pero a Drake no parecía gustarle mucho mi elección, sin embargo no le molestaba, una camiseta manga larga de cuadros en tonos blanco y negro, jeans negros y unos tenis blancos con detalles negros y rojo, me vestí rápido y fuí directo a la Sala para ver algo de televisión mientras los abuelos llegaban, no pasó mucho tiempo para que después tocarán a la puerta, los abuelos habían llegado.

-¡Drake ve a abrir! - dije ya que de alguna manera una película había logrado captar mi atención y quería saber que más iba a pasar-¡Drake! - grité una vez más al ver que no hacía caso-Mierda Drake- susurré para mi, siempre le cuesta hacer las cosas, me levanté del sofá y fuí abrir la puerta.

Al abrirla me encontré con una bella señora, de alrededor de unos sesenta y algo de años, bastante bajita, piel blanca, ojos oscuros como la noche y con muchas canas, mi querida abuela, la señora Claudia Smith, a su izquierda se encontraba un señor de casi su misma altura, que aparenta ser tan solo dos años mayor que mi abuela, piel blanca y al igual que mi abuela tenía muchas canas, otra diferencia entre ellos dos es que sus ojos son marrones, casi como los míos, supongo que los saqué parecidos a mi abuelo, el señor Markus Smith.

-¡Joe! -dijo mi abuela al verme-¡Pero mira que guapo y grande estas!! -.

-Abuela.... Viniste hace solo tres meses-.

-Eso es cierto cariño- respondió el abuelo-Estás exagerando un poco-.

-¡Claro que no!, tres meses es suficiente como para que Joe y Drake crezcan un poco más- Ya de por si soy alto y... ¿Quiere que crezca más?, que mejor se lo diga a Drake.

-Ya abuela... Estoy felíz de verlos otra vez-Dije haciéndome a un lado para que pudiesen entrar al apartamento, luego de eso cerré la puerta.

-Pues no parece... - la abuela se cruzó de brazos y entonces no pude evitar sonreír-Ahora si lo parece- dijo con un toma más felíz, mi abuela es la única que se puede ganar una sonrisa mía-¿Donde está el flojo de tu hermano? -que bueno que alguién más cree lo mismo que yo.

-¡Drake los abuelos están aquí! - grité, pero sin parecer molesto.

-¡EY abuelos!! - gritó emocionado al salir de su habitación y ver a los abuelos-¡Que bueno llegaron antes de la cena- Drake corrió a abrazar a la abuela y luego hizo lo mismo con el abuelo, el abuelo por su lado no le gusta mucho los abrazos, algo más que tal vez saqué de él también.

-Iré a preparar la cena, pueden sentarse en el sofá mientras- dije para ir directo a la cocina, pero la abuela me detuvo.

-Claro que no Joe... ¡Hoy la abuela les preparará la cena- wow ¿enserio?, Adoro la comida de la abuela-Se que siempre te toca a tí- dijo en un pequeño susurro que solo podría oír yo, por lo cual no pude evitar sonreír, pues es verdad, ¿alguna vez eh visto a Drake usar la maldita estufa?, pues no, no lo creo-Ve y siéntate cariño, les avisaré cuando la cena esté lista-.

Y así fue, me senté nuevamente en el sofá, solo que esta vez estaba acompañado por Drake y el abuelo, veíamos la televisión mientras esperábamos a que la abuela nos avisara cuando estuviera lista la cena y después de un largo rato de espera recibimos al fin la señal de la abuela, que nos indicaba que la comida estaba lista, ayudé a la abuela a organizar los platos y los cubiertos sobre la mesa, para que fuese más fácil, cada quien tomó un lugar entre los asientos que se encontraban frente a la mesa.

Observé la comida de la abuela y se veía realmente fantástica, algo que si puedo decir que saqué de la abuela era el don de cocinar, era un gran pollo a la plancha con verduras al vapor, admito que no soy muy fan de las verduras, pero tampoco me quejo si me las sirven, después de la cena estuvimos platicando un poco todos juntos.

-Joe cariño... ¿Como sigues con esas... Pesadillas? - preguntó la abuela, es un poco incómodo tener que hablar de esto-¿No quieres hablar de eso con alguien? -la abuela aún se preocupa más por mi que por Drake, ella lo sabe, sabe que no estoy bien.

-No te preocupes abuela... Estoy bien-¿por qué sigo mintiendo?, está más que claro que no lo estoy, pero no quiero preocupar a los abuelos con estos estúpidos traumas.

-Vamos Joe... No es bueno que te guardes todo ese dolor para tí, ya hace mucho que fue la muerte de tus padres-Once malditos años.... En realidad no falta mucho para que se cumplan los once años de la muerte de mis padres, once años que no eh podido dormir bien y sí, lo se... Puede ser exagerado eh inmaduro de mi parte, pero no es fácil, para nada fácil y no quiero que mi familia cargue con todo ese dolor.

-Y si... ¿Hablamos de otra cosa? - pregunté a lo que mi abuela soltó un suspiro de tristeza.

El ambiente pasó de estar un poco tenso a estar nuevamente como estaba antes, cálido y lleno de amor, los abuelos se quedaron a dormir, pues Drake y yo no queríamos que se fueran a casa a esas horas de la noche, a la mañana siguiente se despidieron para luego irse, claramente nos llamaron después para avisarnos que habían llegado sanos y salvos a casa y no saben cuanto me alegra saber que mi familia está bien, pues son lo único que me queda, si los perdiera a ellos también... Creo que sería mi perdición.

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