Capítulo 3

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-¿Oye que haces...? - dijo Drake mientras observaba la variedad de trabajos que buscaba en las redes, giré levemente mi cabeza y lo observé un poco.

-Se le llama trabajo idiota- Drake hizo una mueca y despeino mi cabello como suele acostumbrar, ¡¿por qué lo hace?! Ya de por si mantiene despeinado y lo arruina aún más.

-Se lo que es imbécil-.

-Lenguaje.... -dije, pero esta vez sin verlo a los ojos.

-¿Así qué tu puedes decir groserías y yo no....? - me limité a solo levantar los hombros-Como sea... La pregunta es... ¿Por qué? -.

-Porque no quiero que mi hermano mayor sea quien me compre la ropa hasta mi último día de vida- Drake soltó una risa.

-Tienes razón... Pero sabes que si necesitas dinero puedes pedírmelo sin  ningún problema, lo sabes- asentí.

-Lo se... Pero quiero ganar mi propio dinero-.

-No te lo voy a impedir- Drake tomó una manzana del boul del frutero para después darle una mordida-Ya me voy...-.

-¿No vas a desayunar?- pregunté y el negó de inmediato.

-No tengo tiempo- Drake ya estaba a punto de irse cuando lo detuve-¿pasa algo? -dije curioso.

-Tus llaves imbécil-dije para después dárselas, Drake soltó una risa.

-Pareces mi madre-bufó y yo continúe con lo que estaba haciendo.

Habían sido ya unos minutos desde que Drake se marchó a la Universidad y ya era hora de que yo también tomara rumbo a la escuela, lavé mi plato en el cuál había servido mi desayuno y antes de ir por mi mochila no pude evitar observar aquella foto que se encontraba en el refrigerador, siendo sostenida por un pequeño imán para que no se cayera.

En la foto se podía apreciar una hermosa familia, muy sonriente la verdad, una mujer de un cabello azabache igual al mío y ojos marrones, por el otro lado se podía apreciar un hombre bastante alto, ya veo porque Drake y yo somos así de altos, su cabello era castaño claro y ojos azules, ahora que lo pienso ni mi hermano y yo sacamos los ojos de papá, también se podían apreciar un par de niños muy sonrientes, esos somos Drake y yo, en ese entonces tenía alrededor de unos siete años y Drake unos diez años, en ese momento era realmente felíz, un Joe que si conociera a la versión actual de mí quedaría muy sorprendido, odiaría pasar de nuevo por aquél momento, a veces me pregunto como hubiese sido la vida de mi hermano y la mía si nuestros padres jamás hubiesen fallecido.

(...)

-Aquí tienes...-dijo Isaac mientras que a su vez me entregaba un folleto.

-¿qué es esto?-pregunté.

-Dijiste que buscabas trabajo-observé el folleto y era de la tienda de malteadas de Héctor-Mi madre me mandó ayer a por unas malteadas con los gemelos y pues... de casualidad vi Héctor colocar ese folleto en la entrada y supuse que podría interesarte ya que mencionaste que buscabas un trabajo-.

-Mierda Joe ES INCREIBLE, ¿te imaginas si trabajaras ahí? malteadas gratis- a veces la lógica de Dylan me preocupa un poco.

-¿Acaso eres idiota?-pregunté de manera muy tranquila y Dylan dejó ver una mueca de inmediato.

-Solo quería soñar un poco-a continuación se cruzó de brazos eh hizo un puchero como si fuese un niño.

-Gracias Isaac, creo que hablaré con Héctor al respecto-Tras finalizar clases fuí directamente a ver a Héctor para hablar sobre lo del trabajo.

¡EY Joe...! -dijo Héctor con cierto tono lleno de felicidad-¿Qué te trae por aquí dime? - supongo que es muy raro verme por estos lares y si... Es verdad, no suelo salir mucho de casa desde hace ya un buen de tiempo y cuando lo hago es solo porque los chicos me sacan casi que obligado de ella.

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