Casa nueva

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Sólo se había quedado ahí parado contemplando, como si al apartar la mirada la cama que era de Norman desaparecería, ella misma sabía que eso no era así, pero igualmente, tenía miedo, miedo de lo que pasara, y si él se olvidaba de ellos?, eso sería realmente triste, no, eso no podía pasar, Norman los amaba.

¿Verdad?

Ray.- Emma, ya ve a dormir gran boba, deja de lastimarte viendo esa cama.

Emma.- Es que, él, ya no... Ya no dormirá aquí, él...

Y abrazando al azabache rompió en llanto una vez más.

Ray.- Emma...
No quería ser grosero pero no era para tanto, no es como si Norman estuviera muerto. El sólo, había sido adoptado, iba a tener una "familia normal", se divertiría mucho, iría a una escuela de verdad, conocería muchas personas, tendría muchos amigos y... y... se... olvidaría de ellos? - estúpido Norman, no te conocí para que repentinamente te fueras de mi vida y nos olvidaras- pensó, y es que, esos pensamientos dolían, dolía pensar que ya no verían a su mejor amigo después de haberlo visto durante todos esos años, dolía pensar que podían ser olvidados por alguien a quien realmente aman, dolía la idea de pensar que él sería feliz sin ellos a su lado.
Suspiró ahogando la sensación de llanto que llamaba ansiosa por salir.

Ray.- Emma, él estará bien, si? mira, sé que es difícil hacerce a la idea, pero... está bien que llores,  porque realmente quieres a Norman y así es como se siente querer a alguien, lo quieres cerca de ti porque te hace feliz y le haces feliz, porque mutuamente se siente bien estar con el otro, y es algo desesperante sentir la impotencia de, a pesar de conocerlo tan bien no poder hacer nada al respecto, pero no te culpes, para nada es tu culpa, llorá todo lo que quieras y necesites hoy, pero mañana... vuelve a ser la Emma que conozco, una Emma fuerte, estruendosa y alegre.
Dijo para mirar a los ojos de la pelinaranja y soltar una minúscula sonrisa ladina.

Luego, se dió cuenta de lo que había dicho y hecho y se dió asco, ¿Que cosas había dicho? ¿Realmente era él?

Emma, sorbiendo por la nariz sólo.

Emma.- Gracias Ray... No sabía que tuvieras un lado poeta.
Luego fue una mezcla entre sollozo y risa.
A
Ray.- Como sea, ojalá lo hayas disfrutado porque no lo volverás a ver en tu vida.
Respondió apartando la mirada y separándose de aquel abrazo.

...

No podía dormir, pero ¿quién lo haría? Estaba en un lugar que no conocía, con una persona que no conocía, la ausencia de los susurros de uno que otro niño le hacían falta para poder sentirse por completo en casa.

Iba a ser una noche larga, y una vida difícil tal vez de hoy en adelante.

Sólo suspiró como si eso pudiese sacarlo de su realidad y volver a Grace Field, pero, no era así.

La habitación era bastante grande, era como su habitación en Grace Field, sólo que ahora sólo había una persona ahí, no más pequeños, no otras camas, no.

Pero había un gran gabinete con montones de libros, libros de los cuales desconocía su contenido ya que no había mucha luz al ser ya tarde, había también un armario, por poco más pequeño que el gabinete antes mencionado, al lado de su ahora cama había una pequeña comoda color blanco, sobre la cual había una lámpara de noche, que proyectaba algunos planetas y constelaciones, era bastante linda; al otro extremo de la puerta se encontraba un ventanal, el cual parecía dar al balcón de esa habitación, había también un escritorio con una silla a juego y sobre éste habían varios materiales escolares, plumas de colores, plumones, papeles de variados colores, tamaños y texturas, tijeras, inclusive había un maletín color café sobre la silla, él supuso que iría a la escuela muy pronto.

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