Esto es ¿Amor?

Plan en curso

Todos estaban maravillados con el ser de Oliver, inclusive Isabella, y ¿Cómo no estarlo? Si Oliver es un chico simplemente magnífico, alegre, con buen sentido del humor, amable, energético, respetuoso, pero no era muy inteligente, si, sabía bastantes cosas, pero era porque se las habían dicho miles de veces o porque el mismo y con voluntad propia las había estudiado y analizado más de una vez, y, en comparación a Ray, su nivel intelectual parecía como el exígeno en el Himalaya, muy bajo.

Pero Isabella no tardó demasiado tiempo en darse cuenta que Norman no estaba ni siquiera haciendo el intento por conocer y convivir más con Oliver, lo cual le extrañó un poco, pues Norman no era de esas personas prejuiciosas o que se basarán en la forma de vestir o de verse de alguien para juzgarlos personalmente, -¿¡Tal vez se sentía mal!?-
El instinto materno de Isabella apareció, y levantándose de su asiento fue preocupada, pero cuidando de no verse así, hasta el lugar del albino, justo al final del autobús.

Isabella.- Norman
Dijo con una preocupación notable en su voz.

Norman.- Que pasa?
Este dejó el trance de ver a Oliver mientras lo insultaba mentalmente en el que estaba, si, estaba celoso, pero los demás no tenían por que enterarse.

Isabella.- ¿Estás bien? ¿Te duele algo? ¿Te hizo daño el helado?
Dijo tratando de calmar su preocupación.

Norman solo podía pensar -primero.- No, no estoy bien, necesito que Oliver se aviente de la ventana de un primer piso casi pegada al suelo, o que se ahogue en una tapa de agua embotellada, o que se ahorcara con un spaghetti.
Segundo.- Que me duela la cabeza de tanto pensar en como separar a Ray de Oliver ¿cuenta? Pero tal vez era por el estrés que le causaba pensar en lo que pasaría si Ray se quedaba con Oliver y no volvía a tener a su mejor amigo, O tal vez debería añadir el agujero que siento cuál ollo negro en el pecho.
Y tercero (pero no menos importtante).- No, el helado no era el que me había hecho daño, si no que el problema era albino con un tonto mechón rojo y el cabello desacomodado llamado Oliver-
Y es que el no podía parar de pensar en Oliver, en cuanto odiaba a Oliver, en que Oliver se había ganado demasiado rápido la confianza de todos, en Oliver tan cerca de Ray, en Oliver tocando tan amistosamente a Ray, Oliver y Ray y Oliver, como lo odiaba. Pero era lo que pensaba, y en cuanto a las preguntas de Isabella solo respondió.

Norman.- No, todo está bien,
Y trató de fingir una sonrisa despreocupada que terminó por verse como una sonrisa un tanto cuánto cínica.
Solo me duele un poco la cabeza, pero, fuera de eso todo está en orden.
-si claro, en orden que gracioso-

Isabella.- Oh, bueno, ¿crees necesitar una pastilla?
Preguntó ya más tranquila.

Norman.- No, tal vez solo necesito...
Abrazar a Ray y quedarse dormido en su hombro mientras este le decía miles de cosas lindas o incluso creyó en la posibilidad de que el azabache le cantará una canción, espera ¿Ray cantará bien? Seguro que si, genial, ahora necesitaba saber, no, debía saber cómo cantaba Ray, pero en la situación actual, lo veía muy difícil, espera, su mente lo había engañado de nuevo y regreso al tema.
Ahm, silencio, si,tal vez es lo que necesito.

Isabella.- Está bien, déjamelo a mí.
Dijo finalmente tranquila de saber que es lo que le pasaba a Norman.

La mayor fue directo a los demás niños y les pidió guardar silencio, ya que a Norman le dolía la cabeza.

De inmediato todo fue silencio, o en vez de haber gritos y risas estruendozas había paz.

Al fin un poco de silencio.