▪︎ Frasco de corazones ▪︎

742 72 25
                                    

Alguien que no enfrasque tu amor.

▪︎

Tres meses después.

Las cajas llenaban cada una de las habitaciones de la casa, los muebles estaban envueltos de plástico al igual que los cuadros que antes adornaban las paredes.

Sasuke había intentado vivir solo por algunos meses, pero al verse tan solitario y que eso no ayudaba a la depresión por la que pasaba decidió poner en venta la casa, después de todo Karin, tras su ruptura con Sasori, había decidido rentar un departamento cerca y de vez en vez lo visitaba.

—¿Estás seguro de que quieres hacerlo? —preguntó la Uzumaki mientras dejaba una de las cajas en el piso cerca de la puerta.

—Kar, no importa cuántas veces me lo preguntes, mi respuesta siempre será un "si".

La chica suspiró y se sentó en las escaleras que daban justo a la sala. Observó dos bolsas de basura negras que parecían se bastante grandes pero que no se llenaban en lo absoluto.

—¿Qué tienen esas bolsas?

El Uchiha se giró y tensó la mandíbula: —Son... son cosas que Sakura dejó aquí y que nunca se las pude devolver.

Una pausa. Había pasado un tiempo desde la última vez que habían hablado sobre la pelirrosa, de hecho, era la primera vez que Sasuke decía su nombre en voz alta.

—Escuché en el vecindario que ella y Sasori están teniendo problemas. —el azabache levantó un dedo para que se detuviera.

—No quiero hacer eso, Karin. —pidió con seriedad— Por favor. No quiero hablar de ella.

—Sasuke, necesitas hacerlo, de otra forma nunca lograrás superarla y te quedarás en este estado deprimente para toda tu vida. ¡Solo mírate! Ya no queda nada mas que el rostro del fantasma de Sasuke Uchiha.

—La superaré en cuanto me largue de aquí y esté a miles de kilómetros de ella. —respondió con un tono de voz tajante— Como sea, ¿tú estarás bien?

—¿A qué te refieres? —frunció el ceño confundida y un poco ofendida.

—Yo me iré. Tú te quedas. ¿No te sentirás incómoda cuando veas a... —carraspeó con desprecio— a ese sujeto?

—Eso... —bajó un poco el volumen pero de inmediato se repuso y sonrió— Estaré bien. Solo me esforzaré por no encontrármelo en ningún lado.

El mayor dejó de empacar y se sentó en el piso recargándose en la pared frente a su amiga. Ninguno podía ocultarse nada.

—Por cierto, ¿por qué terminaron? Creí que no tenías problema en ser su amante.

A Sasuke le enojaba bastante eso, después de su ruptura con Sakura, Karin le comentó que ella seguiría viendo a Sasori. Mantener una relación más sexual que amorosa. ¿Por qué habría de interferir en ello? Sakura dejó en claro que no quería volver a verlo, y si a ella no le importaba estar con un infiel, ¿por qué a él tendría que importarle? Sakura había decidido seguir con su vida, y Sasuke no puede quedarse atrás.

La Uzumaki se encogió de hombros: —Cosas de la vida. —suspiró— Sasori... él comenzó a comportarse de manera muy rara.

—¿En la cama? —soltó la burla.

—De hecho, sí. En la cama. —la pelirroja se abrazó a sí mismo mientras recordaba mirando a sus zapatos— La última noche que estuvimos juntos fue en su casa, había dicho que ella, —enfatizó— no estaba, pero cada cinco minutos subía a una habitación y se escuchaban gritos. Era obvio que ahí estaba. —explicó y ya tenía toda la atención del chico, quien comenzaba a intrigarse— Intenté irme, no me sentía cómoda sabiendo que su esposa se encontraba en casa, por eso siempre nos veíamos en hoteles pero, él empezaba a exaltarse, supuse que había peleado con ella y me rogó por quedarme. —sonrió de lado pero sin realmente hacerlo— Al final accedí y me quedé.

Quédate 》SasusakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora