2 -Primer movimiento

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Primer movimiento


Todas las miradas caían sobre la figura desconocida aunque su reputación era suficiente para aclarar porque estaba ahí, dio un paso y los enemigos retrocedieron, el brillo de los ojos de la máscara se encendió, que divertido, pensó

— ¡LÁRGATE DE AQUÍ FENÓMENO!

— ¿E-ESTAS LOCO? ¡CÁLLATE Y MEJOR VAMONOS! KYOMASA CAYÓ Y CON ESE MONSTRUO NO PODEMOS

Empezaron a gritar los atacantes mientras los demás seguían mirándola, solo ahí se dio cuenta de que habían otros chicos en el suelo que parecían conocer al llorón quien la miraba confuso, escuchó que uno, un pequeño de lentes les  explicaba a todos quien era ella, claro que no sabían que era mujer además la máscara distorsionaba su voz y gracias a las vendas sus pechos pasaban inalvertidos, justo cuando escuchó su apodo sonrió bajo la máscara "demonio jabalí" con lo años su reputación fue creciendo y era una leyenda por toda la ciudad.

— Bien llegó el momento

Corrió velozmente hacia él primer sujeto , estando a centímetros saltó dándole una patada voladora pateando su sien lo que lo desmayó al instante, Giró su cuerpo en el aire y usando el rostro ajeno como trampolín, antes de que esté cayera se impulsó para dirigirse al otro sujeto y así derribarlo de un puñetazo en la cara cayendo con el segundo inconsciente se paró en sus manos para patear a los otros dos terminando con levantarse con un salto mortal viendo a todos inconscientes, se limpió las manos dejando salir vapor por la rompa de su máscara, disfrutando la cara en shock de todo el mundo, se acercó primero al rubio llorón, se arrodilló sacando de su bolsillo una venda la cual le paso.

—haz presión a tu herida con esto, ya viene la ambulancia, trata de controlar tu respiración, eso calmara tu flujo sanguíneo y frenará un poco la hemorragia.

Sin esperar respuesta se acercó al grandote para hacer lo mismo, indicándole como debía respirar y así recostarlo, debía examinar bien la herida ante las miradas de confusión. Draken pudo reconocer esa máscara, era claro que no estaban ajenos de el mito del "Jabalí Sangriento" aquel ser anónimo que iba por ahí dándole palizas a los que atacaban inocentes pero no solía meterse en guerra de pandillas, por eso le miró con confusión.

— ¿Porque haces esto?... — preguntó con voz cansada sin dejar de verle.

Ella no respondió en el momento, estaba concentrada en evaluar la situación, sabía que las mujeres habían ido por los paramédicos, debía ganar tiempo.

— si te salvas te cuento

Draken contuvo la risa ante eso, la lluvia fina golpeaba su rostro pero se sentía en paz, como si supiera que estaría bien. La camilla llegó y la chica se alejó para dejarlos hacer su trabajo, quedándose ajena a las acciones contrarias, después de que todos se fueron los siguió, quería asegurarse de que los dos rubios estuvieran a salvo o seguro la repercusión sería grave. Al llegar al hospital se quedó en una esquina de la sala de espera, el grandote estaba en la sala de operaciones y al rubio lo habían atendido y su mano parecía bien, más personas llegaron así que creía que ya era momento de volver pero antes de irse entre el llanto y desespero escuchó el eco de unos pasos, la mayoría calló al ver esa figura aparecer, con curiosidad vio como este se acercaba a la rubia quien lloraba en los brazos de la otra.

— hagan silencio, estamos en un hospital.

Curioso como este mantenía la calma en ese momento, pero sus ojos, era aún más curioso ver cómo a pesar de estar vacíos había algo en ellos como si escondiese un peso, claro que eso fue eclipsado al sentir que había visto esa mirada en algún lugar...

KurayamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora