5 - Acercamiento

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Acercamiento


El atardecer le dió paso a una noche silenciosa y extrañamente nublada, sus pasos eran veloces y suaves, como si fuese una ilusión, corría, saltaba, se desplazaba buscando ser lo más rápida  y sigilosa posible de la mano de la brisa. No supo cómo pero su cuerpo se movió solo tomando dirección y así llegó al parque donde el sonido de los golpes y los gritos desgarradores de su rubio amigo rompían el silencio fantasmal en la penumbra, las farolas tiraban dándole la bienvenida a aquella escena macabra, su sangre empezó a arder por la ira, aquella mirada verde empezaba a demostrar una sed de sangre arrolladora dejando salir solo un poco de su lado oscuro.

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El pelinegro jadeaba pues desde que salió buscando a la chica no había parado de correr.

El número al que intenta llamar esta fuera de eso o se encuentra ocupado.


tsk ¡Rengoku justo cuando más te necesito! — gritó enojado mientras cancelaba la llamada.


Se detuvo para tomar aire mientras miraba a todas partes, estaba asustado era verdad pero tomaba ese miedo como impulso para continuar con su búsqueda, ella contaba con él, aunque fuese la mujer más fuerte del mundo su deseo por protegerla no iba a cambiar, de repente su celular sonó y no tardó en contestar al ver aquel nombre.

— ¡Hola Shinichiro! ¡Perdona que no te contesté al instante pero estaba en reunión con el patrón! — habló Rengoku del otro lado de la línea con un tono jovial, tan propio de él.

— ¡No es momento para eso Rengoku! Pasó algo grave. — le respondió rápidamente mientras volvía a correr.

— ¿que pasó? ¿Inoko está bien?— el tono jovial se fue dejando un tono firme y serio.

— estaba hablando con mi hermana cuando recibió una llamada de Zenitsu, al parecer lo estaban atacando y salió furiosa de casa, ¡Creo que su ira se puede salir de control! Además no sabemos quién atacó al chico. — respondió jadeante el pelinegro mientras se detenía en el parque que estaba cerca del colegio donde sus hermanos empezando a buscar, su mirada iba de un lugar a otro con desesperación.

Aquellas palabras fueron suficientes para impactar al Demon slayer quien apretó el agarre de su mano en aquel aparato en su oído, tuvo que contar hasta diez para no cometer una locura, debía pensar como lo que era, un pilar, aunque quisiera hacer muchas cosas como correr sin importarle nada tomar su moto y buscarla el recuerdo de la cruda situación lo devolvía a la horrible realidad.

— Shinichiro escúchame bien, necesito que regreses a tu casa ahora mismo — le ordenó mientras giraba sobre su eje para devolverse.

— ¡¿De que estás hablando?! ¡Ella puede estar en peligro!, ¡No voy a quedarme sin hacer nada! ¡No sabes cuánto sufre viendo sale de ese transe!— le respondió con indignación y enojo el pelinegro elevando bastante su voz.

— ¡DEJA TUS CAPRICHOS DE LADO Y PIENSA MALDICIÓN!.

Ante ese gritó se quedó estático, era la primera vez que lo oía así. El otro maldijo en susurró para después suspirar buscando calmarse.

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