0 días antes, 0 días después... (2/3)

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Luego de salir del cine, los dos se dirigían hacia el auto del pelinegro, sus pulsos acelerados al tacto de sus pieles se iban desvaneciendo al sentir los labios del otro sobre los mismos suyos.

Era un beso lleno de pureza, de inocencia, de necedad, de amor y nostalgia.

Como si fuera uno de despedida...

Luego de la extensa sesión de besos, el pelinegro se dispuso a arrancar el auto, saliendo del sótano del centro comercial, encontraron una fuerte tormenta que hizo sobresaltar al pequeño castaño que el de hebras castañas traía consigo.

—Tranquilo Seungmin, llegaremos rápido a casa.

El castaño de alguna extraña forma, se volvía a sentir inquieto, incluso después de pasar una tarde estupenda con su novio, simplemente quiso no pensar en eso y relajarse.

—¡La película me hizo llorar mucho! La chica vivió con el dolor en su corazón de que su novio murió por salvarla a ella. Aún recuerdo la escena en donde él le pone el cinturón de seguridad cuando salen a su cita...

El pelinegro vio de reojo al castaño, y alargó su brazo, solo para ponerle ese mismo cinturón alrededor del pecho y cintura.

—Hyunjin...

El pelinegro decidió ignorar a su pequeño novio ya que sabía que quizás le iba a reclamar sobre su sobreprotección, por lo que mejor juntó sus belfos con los del castaño en un casto y pequeño beso, susurrando un:

Te amo~

—Sí, yo también te amo, pero no creas que sólo por ver esa película vamos a morir. Relájate mi Hwang.

La lluvia parecía no cesar su diluvio, así como el pelinegro parecía no soltar la mano de su acompañante, su vista hacia la autopista era impedida por el agua escurriendo en el vidrio, y por más que intentaba apartarla con el parabrisas, fracasaba.

—Seungminnie, me estacionaré aquí, no quiero seguir manejando y que por las llantas mojadas tengamos un accidente o algo así ¿Sí?

—Está bien Hyunjin

El pelinegro encendió la calefacción y se acurrucó junto con Seungmin, sus manos se entrelazaron y Hyunjin comenzó a darle leves caricias a la cabellera del castaño.

—Es lindo ¿no?

—¿Qué cosa pequeño?

—Estar así, contigo. La lluvia se escucha muy relajante desde acá dentro y estar junto a ti lo hace mucho mejor.

—Este momento es uno de los que llevaré conmigo por toda mi vida. No lo dudes, jamás lo olvidaría

Y es que estar de esa forma, tan sumisa y delicada con la persona que más ama en éste horrible mundo lo hacía sentir mejor y seguro, la tersa piel de su novio lo hacía sentir tan afortunado y amado, era tan suave, delicada y embriagadoramente olorosa, su sedosa cabellera como la de un ángel, no es como si el castaño ya hubiera visto uno pero podría asegurar que ese cabello sedoso y esencial que poseía Seungmin eran igual a el de los seres con alas, y de su rostro ni hablemos, a Hwang le encantaba delinear todo su perfilado y perfecto rostro con sus ojos, los ojos de su amado se miraban tan tiernos y puros que juró que no merecía siquiera de mirarlos, sus labios eran como el pecado en carne pura, tan suaves y malditamente exquisitos a su toque lo hacían volver miserable y podría jurar que sus labios no aguantarían estar tanto tiempo separados de los de su novio.

Porque si, Hwang se sentía tan jodidamente atraído y enamorado de lo que era su ahora novio, su corazón latía de una manera sobrehumana al ver que Seungmin le sonreía al verlo tan perdido en su rostro y cuerpo, sus labios se curvaron hacia arriba mientras su rostro se acercaba al contrario, sintiendo como sus respiraciones se envolvían y jugaban alrededor de las mejillas de los dos, sus ojos se encontraron solo para cerrarse y juntar sus belfos en un solo vaivén que al parecer danzaban con el cantar de los grillos que se encontraban afuera del auto.

Amando A Medias [hyunmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora