0 días antes, 0 días después (3/3)

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"Has dejado una gran marca en mí, pero no como la huella que ha sido puesta en la arena que pronto el mar borrará y robará, no, es como la cicatriz de que la bala fría dejó al atravesar y sacudir mi cuerpo, así; me has marcado así..."


Sus ojos comenzaron a abrirse de manera lenta y comenzó a parpadear de la misma manera, acostumbrándose a la luz de la habitación en la que se encontraba, su pecho subía y bajaba de manera torpe y vagamente normal.

Sus pupilas se dilataron y sus ojos posaron en la máquina que al parecer aún lo tenían con vida.

La máquina que; lo hacía respirar...

Sus ojos cansados comenzaron a estudiar la habitación e hizo un fallido intento de levantarse, pero éste fue sosegado por el infernal dolor de su espalda, pecho y abdomen...

No podía hablar, ni siquiera sentía que estaba respirando bien, cuando su vista dejó de estar nublada observó con mayor detenimiento el objeto que portaba en su boca y lo conectaba al aparato.

Se sentía débil y cansado, sus ojos de repente comenzaron a pesar más y su boca hacía un vago intento por hablar.

Sus oídos captaron voces, y comenzó a luchar con el "sueño" que emanaba de su ser.

—Usted cree que pueda...

—No. No lo creo, porque estoy seguro de eso...

—No... Pero usted puede hacer algo que...

—Lo lamento, hemos hecho de todo, y, nada daría resultado. Yo, lo siento mucho...

—Entonces, eso quiere decir que sólo uno...

Esa voz gruesa y tediosa fue la que reconoció al instante, pero algo tenía, estaba entrecortada y al parecer quería retener los sollozos que estaban a punto de salir.

—Si, solo uno podrá.

Esa otra voz fue la que intuyó que era del doctor...

"¿Sólo uno podrá qué?"

Dicha esa oración, se comenzaron a escuchar pasos que prontamente comenzaron a oírse menos, sea quien sea, se estaba alejando, y ni bien se habían disipado esos sonidos, un fuerte sollozo emanó del solitario pasillo del hospital, uno tan fuerte, que lo hizo sobresaltar, luego de ello, comenzaron a escucharse muchos más, incontrolables y ahogados...

Y de nuevo voces...

Pero pertenecientes a distintas personas...

—Felix, cálmate ¿Sí? Sé que es difícil, a todos nos... nos...

Esa voz también la reconoció, era Jisung...

Pero de igual manera que la de Felix, comenzó a sonar apagada y entrecortada, hasta que un sollozo mató el intento de su habla.

Y luego comenzaron a escucharse más.

Sollozos...

Hipidos...

Y maldiciones...

Sus sentidos se encontraban despiertos, pero aún seguía sin poder emitir una mísera palabra.

Sus ojos fueron a posar al pomo de la puerta, que poco a poco fue girada, y abierta.

Dibujó una sonrisa al ver quiénes eran los que comenzaron a entrar. A pesar de tener ese miserable objeto en su boca, su sonrisa podía distinguirse.

Pero su sangre helada y su corazón paró por un instante al verlos a todos con los ojos rojos y un leve rubor en sus mejillas delatándolos a todos; delatando que habían dejado escapar lágrimas de sus enrojecidos ojos...

Sus manos comenzaron a temblar y comenzó a dejar de sentir sus piernas al visualizar a Kim acercándose a la camilla en la que él reposaba con el ceño levemente fruncido, la mandíbula tensa y sus ojos aguados

Seungmin... Tenemos que hablar...



[...]



Luego de susodichas palabras y una larga y dolorosa explicación, los ojos del pelinaranja fueron a parar a los del rubio, éste tenía la mirada fija y perdida en alguna parte del techo.

—¿Seungmin?

—Entonces solo uno...

Los ojos del pelinaranja, junto con los de Jisung, Minho, Chan y Changbin se aguaron de nuevo, y en sus pechos, sentían cada vez más una punzada de dolor.

¿La vida tenía que ser tan injusta?

—Si...

—Seré... Seré yo.

Su voz apenas y era audible, más bien se oía como un susurro, su pecho dolía y ardía cuando emitía sílaba alguna, ni bien terminaba de decir alguna que otra palabra y tenía se suspirar, era un bucle que no podía evitar, palabra, suspiro, palabra, suspiro, palabra... pero aun así intentó ignorarla para hacer algo último que su corazón anhelaba...

—¿Qué?

—Felix, no pue-do quedarme de- de brazos cruzados, mi colum-na está hecha pe-pedazos tengo un pul-pulmón y segurame-ente y medio más colapsados y llenos de- de sangre... Y a eso... su-sumándole el hecho de que... mis... costillas... también están... quebradas... acompañadas de una... hemorragia interna...

—Pero...

—Y que ya hicieron todo por salvarme...

—Seungmin, solo hay que encontrar una forma. Yo, yo puedo donarte uno, y... Changbin dijo que también.

—De qué serviría.... si... los llenaré... de-de sangre... otra... otra vez...

—Seungmin, tienes oportunidad.

—¿La...tengo?

—Si pero, recuerda que sólo uno...

—Felix, no-no servirá de nada...Yo... ya... sé... qué haré... ¿podrías... hacerme un... un favor?

—Si, está bien, lo que sea ¿Dime cuál?

—Tráeme... Tráeme mi diario...







Amando A Medias [hyunmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora