1 día después...

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—¡Ha sido un éxito! ¡Lo hemos logrado señores!

Exclamaban y celebraban, mientras arrastraban con sumo cuidado la camilla blanca, con alguna que otra mancha de sangre fresca.

Depositando la misma camilla en la habitación asignada, para poder ir y regresar con sus deberes y labores después de haber salvado con éxito la vida de un ser que estuvo a punto de dejar de existir....

Justo cuando se pensaba que no tendría oportunidad de vivir un poco más, un hermoso ángel cayó del cielo, para salvarlo de su infierno...

"salvándolo, aun así, si tendría que perder sus alas"



[...]



Sus ojos comenzaron a abrirse y a acostumbrarse a la luz de la blanca habitación en la que se encontraba, su ceño fruncido comenzó a suavizarse conforme sus ojos comenzaban a abrirse en su totalidad, sin mover ni un poco la cabeza, sus ojos se dirigieron hacia su izquierda, encontrando un sobre de blanco color y un cuaderno con detalles sutiles hechos de un color dorado sobre la pequeña mesa de madera que yacía al lado de la camilla, dirigiendo su mirada a la derecha, encontró una bolsa de suero colgada sobre algo que tenía forma de un perchero, pero que obviamente no era, y moviendo sus ojos a su brazo, encontró una aguja que transportaba el suero de la bolsa a su cuerpo. Y una punzada en su pecho, del lado del corazón lo aturdió por un momento.

Luego cuando intentó acomodarse el cabello, encontró una venda alrededor de ésta, haciendo que, reaccionara y comenzara a emanar una tormenta de preocupación y desesperación.

Seungmin...

Susurró e intentó levantarse, pero su espalda comenzó a doler y su cuello también, ahí fue cuando se dio cuenta, que tenía una venda muy grande cubriendo su torso y su cuello junto a un dolor intenso en aquellos lugares.

Estaba jodido...

Sus perlas negras se movieron hacia el pomo dorado de la oscura puerta, girándose con tal lentitud que hicieron al castaño removerse en su lugar.

¿Y si era Seungmin?

Si. Tenía que ser él

Él estaba bien.

Él lo protegió.

Él se sacrificó por él.

Él estaba así, por él.

Porque después de todo.

Él.

Él lo había salvado.

¿Cierto?

Sus brillantes ojos, que fueron opacados por sus pupilas dilatadas esperaban con ansias y nerviosismo esperar a que su amado cruzara la puerta y lo saludara con una extensa sonrisa de oreja a oreja, junto con sus pequeños ojitos miel que le endulzaban la vida, esperaba y anhelaba tenerlo entre sus brazos otra vez, tener sus belfos atrapados con los suyos haciendo y provocando la vida y fortaleza de nuevos y más fuertes sentimientos. Quería...

Quería, tenerlo con él.

Pero una voz...

—¿Joven Hwang?

Hizo emerger miedo y desilusión de sus ojos y corazón...

—¿Sí?

—Sus amigos han venido a visitarlo.

Amando A Medias [hyunmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora