ᴛʜᴇ ɴɪɢʜᴛ ᴡᴇ ᴍᴇᴛ | ᴍɪɴʟɪx

1.

Era un sábado por la tarde, el omega estaba dispuesto a comenzar su habitual maratón de cualquier película que encontrara en la televisión de su habitación, cuando unos ruidos molestos atrajeron su atención. Podía notar que estos venían de afuera, sin miedo y lleno de curiosidad se asomó por la ventana.

El hecho de vivir en un departamento en el segundo piso y que justamente su ventana diera a un oscuro y algo estrecho callejón, fue crucial para que las cosas pasaran de tal forma.

Apoyado en el marco, logró diferenciar como dos sombras parecían golpear algo en el suelo. Era una pelea. No era difícil de adivinar cuando los antes ruidos molestos, se convirtieron en inconfundibles insultos hacia alguien en específico, sin dejar fuera el hecho de que el ambiente apestaba a una mezcla de menta, madera, cítrico y alcohol.

Olores de desagradables alfas.

Pero sin duda esto era mejor que ver una película repetida.

Cuando su vista se acostumbró a la falta de claridad, vio como el que se encontraba tirado en el suelo era un chico y como uno de sus abusadores parecía sacar algo brillante de su bolsillo trasero. Era un cuchillo.

Era normal ver disputas en esa zona y específicamente en ese callejón, pero no por eso quería ser testigo de asesinato.

Pasó su vista dentro de las pertenencias de su hogar encontrando aquel florero que su madre le había traído junto con un gran ramo de apestosas flores.

—Quizás es momento de deshacerme de esto —se dijo con una sonrisa.

Una vez lo tuvo en sus manos, con rapidez nuevamente se acercó a la ventana y esperando no ser él el asesino de alguien, soltó el florero.

El estruendo que el objeto provocó al tocar el suelo hizo que el par de alfas que se encontraban de pie en tierra firme pegara un notable salto por el inesperado sonido.

—Ups, se me cayó —habló cuando las miras se dirigieron a el, tapando sus labios con una mano mientras fingía una mirada inocente y apenada.

—¡Omega estúpido!, ¡No te metas en lo que no te incumbe! —habló con rabia uno, se notaba que estaba furioso.

—Verán... están perturbando mi maratón de películas, algo que es muy importante para mí —dijo haciendo énfasis en la última oración, mientras que apoyado en la ventana, veía sus manos. —Así que les pido amablemente que se retiren y dejen al pobre chico tranquilo, ¿no creen que es algo injusto que sea dos contra uno? Que cobardes, Alfas —les dijo como si fueran amigos de toda la vida, y rió un poco —o tendré que llamar a la policía, que por si no sabían está a solo dos cuadras —terminó de hablar con una sonrisa burlesca.

Los escuchó gruñir.

Estaba casi seguro que alguna de sus chismosas vecinas a estas alturas ya estaban pegadas a la ventana para observar la escena que estaba montando.

Al igual que tú, idiota.

Fue cosas de segundos cuando el par de chicos se fue, no sin antes darle un último golpe al cuerpo tirado en el suelo, haciéndo que soltara un bajo gemido de dolor, y dando una mirada amenazante al omega que, sin importarle, se despidió con la mano de ambos sin borrar esa sonrisa de burla hasta perderlos de vista.

¿Debería bajar a ayudarlo?

¿Estás loco?, puede que ser un maldito abusador.

Pues es un maldito abusador al que acabo de salvarle la vida.

Idiota.

¿Puedes dejar de insultarme?

No.

En mitad de discusión con su lobo, observó como el chico que anteriormente estaba tirado en el suelo, según su lobo un maldito abusador, se levantaba muy lentamente apoyándose de sus manos para mantener el equilibrio.

Bueno, no está muerto. Eso es algo bueno.

Si no fuera un abusador.

Nuevamente salió de sus pensamientos cuando un gruñido salió de los labios del chico. Extrañado, espero que este le dijera algo, quizás un gracias, pero nada de eso pasó, pues luego de una mirada fría, se dio media vuelta y comenzó a alejarse por el oscuro callejón hasta desaparecer por completo.

La situación era indignante, él arriesgando su integridad física por aquel desconocido y él se iba como si nada.

—¡De nada, alfa tonto! —gritó molesto, esperando ser escuchado.

Esperaba encontrar alguna película interesante, incluso si ya era pasada la media noche.