—¿Dices que su nombre es Juyeon? —preguntó el pelinegro.
Minho soltó un sonido de afirmación mientras buscaba en su celular una foto que le había enviado Ryunjin esta mañana de su cachorro. A pesar de estar pronto a cumplir un mes desde su nacimientos, fue hace poco que Ryunjin se decidió por un nombre para su bebé.
En la foto se veía como el pequeño Juyeon estaba usando un pijama de algodón verde con una pequeñas orejitas de perro, se veía demasiado tierno a los ojos del castaño.
Su hermana tenía un gusto —casi una obsesión— por los animales que el aún no lograba entender del todo, y ahora que tenía a su bebé, estaba seguro de que sería el muñeco personal y exclusivo de Ryunjin.
—Ay, que es feo —dijo Changbin con burla, mirando la foto. Amaba hacer enojar al mayor, sin importar si éste después le golpeaba, que fue exactamente lo que pasó. —Que es broma, que está lindo — sonrió, volviendo la vista al frente.
Ambos iban camino al hospital, ya se había cumplido el mes que se suponía que tenía que cumplir Juyeon al ser prematuro y tenían que revisarlo por la desnutrición que había presentado al nacer, por lo que dentro de una hora tenía una cita con el médico para que éste les dijera si todo estaba bien, y si por fin Ryunjin podía volver a casa dentro de los próximos días.
—Me avisas que les dicen —dijo deteniendo el auto en la entrada del hospital —Ahora tengo que ir a buscar unos encargos para la pastelería pero me llamas y te paso a buscar —le dio una palmadita en la espalda del mayor como despedida—Me saludas a la pequeña.
Con una mirada de advertencia de parte de Minho hacia Changbin y la risa burlesca de éste último, el castaño salió del auto y comenzó a caminar hacia la recepción del segundo piso.
—Buenas tardes —saludó a la misma beta que siempre estaba cuando va a visitar a su hermana, quien otra vez estaba hablando por celular —Vengo a visitar a Lee Ryunjin.
La chica, un poco avergonzada por el imponente alfa frente a ella, correspondió el saludo y le entregó un formulario que debía llenar con sus datos para poder ver a la omega. Una vez completados, lo hizo pasar por el pasillo hacía una de las habitaciones individuales.
—¡Min! —saludó la rubia en cuanto vio entrar a su hermano por la puerta. Si bien todavía estaba hospitalizada, desde hace una semana que ya no tenía ninguna máquina conectada a su cuerpo, por lo que podía desplazarse casi libremente por toda la habitación, salvo que ahora no podía porque tenía a su inquieto cachorro en brazos.
El alfa le sonrió. Caminó hasta la silla que había a un costado de la camilla y se sentó.
—¿Cómo estás, Ryu? —comentó, mirando como Juyeon movía sus manos efusivamente.
La conversación se dio de forma fluida hasta que la omega —quien estaba hablando de lo horrenda que era la comida en aquel lugar y de como extrañaba la comida de su hermano— fue interrumpida por el doctor.
—Buenas tardes, permiso —se asomó cuidadosamente por la puerta, viendo si no interrumpía de alguna forma grosera. Una vez entró por completo, el beta dejó ver su vestuario simple y los papeles que traía en una de sus manos.
—Disculpen que adelante la cita, pero me surgió un problema personal y necesito irme un poco antes —habló apenado el pelinegro—Espero no les moleste.
Recibiendo una negativa de parte de los hermanos, decidió comenzar a examinar al bebé de forma rápida, después de todo, todos los días al comenzar el turno lo hacían. Terminando con Yujeon, comenzó a tomarle los signos vitales a la omega.
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ᴛʜᴇ ɴɪɢʜᴛ ᴡᴇ ᴍᴇᴛ | ᴍɪɴʟɪx
Fanfiction『 𝘋𝘰𝘯𝘥𝘦 𝘍𝘦𝘭𝘪𝘹 𝘦𝘴 𝘶𝘯 𝘵𝘦𝘮𝘦𝘳𝘢𝘳𝘪𝘰 𝘰𝘮𝘦𝘨𝘢. 𝘔𝘪𝘯𝘩𝘰, 𝘶𝘯 𝘤𝘢𝘭𝘭𝘢𝘥𝘰 𝘺 𝘮𝘢𝘭𝘩𝘶𝘮𝘰𝘳𝘢𝘥𝘰 𝘢𝘭𝘧𝘢. 𝘈 𝘷𝘦𝘤𝘦𝘴 𝘩𝘢𝘺 𝘮á𝘴 𝘤𝘰𝘴𝘢𝘴 𝘥𝘦𝘵𝘳á𝘴 𝘥𝘦 𝘭𝘢𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘦 𝘤𝘶𝘦𝘯𝘵𝘢𝘯. 』 ⋆ʜɪꜱᴛᴏʀɪᴀ 100 % ᴍÍᴀ...