La Película de Luna y Matteo [1]

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— Es que no grabaron toda toda mi vida. No muestran cada vez que coma o cada vez que duerma. No muestran cada minuto de mi vida. —Dice Luna pensando.

— Si, bueno quizás cortaron las escenas que no eran interesantes y solo pusieron los indispensables. —Opina Matteo.

— Hmm si puede ser. —

— Bueno, seguimos. Quizás encontraremos más detalles mirando.

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Luna y Ámbar están en la cocina de la mansión mientras que Simón sigue escondido detrás de la isla.

Ámbar : ¿Con quién hablabas? (Luna la mira sin contestar) ¡Hey! ¡Lunita! ¿Me escuchas?

Luna : Ah, si. ¿me estabas preguntando por la escuela no? No, no, espérate. Creo que me acordé. ¿De la pista?

—Eres distraída pero también sabes hacerte la distraída cuando te conviene. —Se ríe el italiano.

Ámbar : No. ¿Con quién estabas hablando?

Luna : Yo.. no.. no estaba hablando con nadie.

Ámbar : ¿Qué? ¿Hablas sola ahora?

Luna : No. No, no. Mira, yo no hablaba con nadie. Yo.. yo estaba cantando.

Ámbar : ¿Preparándote para el próximo Open Music?

Luna : No. No, mira, no sé si sepas pero es que a mí me gusta cantar.

—Tu voz es tan graciosa cuando mientes amor.

—Matteo, para de burlarte de mí. —Le saca la lengua.

Ámbar : Hablando del Open. Éste amigo tuyo eeeh..

Luna : Simón.

Ámbar : Ése. La canción que tocó.

Luna : Valiente.

Ámbar : Si. ¿La compuso especialmente para vos?

Luna : Si. (sonríe)

—Simón fue el primero en componerte una canción, es injusto. —Habla con una voz de bebé y se cruza de los brazos.

— Mi amor, tú me escribiste las mejores canciones. —Lo besa con ternura.

Ámbar : Te debe de querer mucho para componerte una canción.

Luna : Si, la verdad es que Simón es mi mejor amigo.

—Friendzone otra vez.

Ámbar : ¿Solo amigos?

La pregunta de Ámbar interesa a Simón.

—Uuh la cara de Simón, está interesado.

Luna : Si, si, si. Desde que estábamos así chiquitos chiquitos, chiquitos. (le pone la mano sobre la cabeza de Simón para mostrar cuanto eran chiquitos)

—¿Desde cuánto tiempo se conocen Simón y tú?

—Desde que tenemos cuatro y siete años algo así. —Contesta la mexicana después de haber contado en sus dedos.

Ámbar : Dale Lunita, sabes que puedes confiar en mí.

Luna : ¿Ah sí?

Ámbar : Obvio. Podemos ser grandes amigas y las amigas se cuentan todo. Así que décime la verdad, acá entre nosotras. ¿Qué onda con Simón? ¿Te gusta?