La Película de Luna y Matteo [1]

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- Yo te dije frases tan originales como románticas. Por ejemplo cuando te dije que veo en tus ojos el reflejo de mi amor por ti. - Dice Matteo con una sonrisa.

—Es verdad, sacas las mejores frases. - Se sonroja Luna.

—Solo para ti.

La mexicana sonríe y le da un pequeño beso antes de poner el próximo capítulo.

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Luna está hablando por teléfono con Simón.

Luna : Si, si, si, si. Ya tengo todo listo. Qué emoción salir de viaje ¿no?

Ámbar sigue escondida debajo de la cama.

Luna : ¿Formularios? Claro Simón los formularios con todos los datos. Se me había olvidado. De verdad, gracias por recordármelo. Lo dejé en la mochila. Uh ¿pero la mochila dónde la dejé ahora? Si seguramente la dejé allí abajo en la cocina. Pero mira ya hice una lista con todo lo que necesito. Oye, ¿cómo sabes que Nina me ayudó con la lista?

—Es obvio. No sabes organizar nada. —se ríe el italiano.

Luna se levanta de la cama para salir de su cuarto.

Luna : No en serio, cuéntame. (sale)

Ámbar sale de su escondite y lleva la documentación de Luna con ella.

—Me hicieron creer que ella la había encontrado cuando en realidad se la había robado.

***

En el parque, Matteo y Luna están ensayando para la clase de teatro. Luna está parada sobre el banco.

—¡Es la escena! —Exclaman los dos tortolitos felices.

Luna : (actuando) Oh Romeo Romeo. ¿Quién te trajo hasta aquí?

Matteo : (actuando) Los pies.

Luna : No, ¿cómo que los pies? El amor, tienes que hablar del amor.

Matteo : Entonces sí ¿viste? Te querías enamorar de mí chica delivery.

Luna : (ríe) No, no, no, no, yo no. Julieta está enamorada de ti. Yo lo único que quiero es que te apegues al texto que escogimos ¿okey?

—¿Segura que no te enamoraste de mí? —Susurra el castaño en su oído para hacerla sonrojar.

Matteo : Bueno dale okey. (actuando) El amor me dijo donde vivías, el me aconsejó y guió mis ojos hasta este banco.

Luna : Balcón.

Matteo : Es un banco.

Luna : (suspira) Bueno, (lee el texto y actúa) Si me amas en serio me lo puedes decir. De verdad tienes que ser sincero. Te quiero mucho Montesco mucho antes de que devil se refirme y constante diferencia de aquellas que son egocéntricas debido a su astucia. (deja de actuar) Ay este texto está bien difícil.

—Por eso no te lo aprendiste.

—¡Me lo aprendí te lo juro! Pero lo olvidé. —Dice la castaña con un puchero.