La Película de Luna y Matteo [1]

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—¿Tú tienes idea de quiénes pudieron haber enviado este regalo? —Pregunta Luna.

—La verdad, no tengo ninguna idea. Todos estamos en la película como si nuestra vida fuera grabada a propósito. Te juro que parece una serie.

—¿Quién pudo habernos grabado así? —se cuestiona la mexicana.

—Solo lo sabremos si miramos todo. Menos mal lo que tenemos que ver no es aburrido porque sino hubiera sido muy largo. —contesta el italiano antes de poner el capítulo siguiente.

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Luna entró por la puerta principal y Sharon la vio. Tiene el pie sobre su medallita.

El celular de Luna suena.

Luna : Perdón, perdón. Es que estaba sonando mi celular y entonces usted sabe que soy media despistada y entré sin querer por la puerta pero si le moleste el ruido, ahorita contesto. (deja su mochila y contesta al teléfono) ¿Bueno? ¿Qué onda Nina? ¿Cómo estás?

—¿Por qué contestas delante de Sharon? —Pregunta el castaño sin entender.

—Para que deje de sonar.

—Lo hubieras apagado. —Ríe él.

Sharon : Vos sabes que nos podes entrar por la puerta principal.

Luna : Si, si, sé que nosotros tenemos que entrar por la otra puerta pero ya le dije que me equivoqué en serio. Le pido una disculpa. Ya sé, que sean dos ¿va? (habla al celular) Bueno, no Nina, no te estoy pidiendo disculpa. Le estoy diciendo a la señora Sharon. Oye pero cierto ahorita hablando, ¿no sabes dónde está mi medallita? ¿No sabes si la guardé en la mochila o algo así?

Sharon : ¿Qué cosa?

Luna : No, no. Le estoy diciendo a Nina. (al teléfono) No mira Nina, espero no haberla perdido porque no sé no sé, si la pierdo no... (ve su medallita bajo el zapato de Sharon y la recoge)

—Tuviste suerte. —Suspira el mayor.

Sharon : ¿Qué estás haciendo?

Luna : Es que ya encontré lo que se me había perdido. Estaba ahí en su zapato atrás. Es que sabe que, ahora que me acerque están bien bonitos sus zapatos. ¿No la lastiman cuando camina? Es que yo sí me los pongo de verdad me caigo para el suelo. (se ríe pero se pone seria a ver qué Sharon no ríe y habla por el teléfono) ¿Nina? Nina, ya encontré lo que había perdido. Si, si ya lo encontré, estaba en el pie de la señora Sharon porque ay les estaba diciendo que trae unos zapatos bien bonitos... (ve la expresión de Sharon) Ay no, no sabe que, qué pena. (al teléfono) No a ti no. (a Sharon) Qué pena, yo ya me voy.

Luna recoge sus cosas y sale de la sala.

—Eres única chica delivery. —Ríe el ojimiel.

***

En el Jam&Roller, Mariano preguntó a Támara si estaba segura de presentarse con este equipo a las regionales delante de ellos chicos.

Támara : Si, estoy muy segura. Me parece que estás exagerando hablándoles así a los chicos.

Mariano : No, no exagero. Es lo que veo. Les falta mucho nivel. Yo así como entrenador no me presento a las regionales.

—¿Recuerdas como Juliana era así al principio? —Dice la castaña.

—Uy si, se la pasaba gritándonos que no sabíamos patinar.

Támara : ¿Qué?

Mariano : Si, lo que escuchas. ¿Ustedes qué quieren hacer chicos?