XV

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Ni-ki no sabía de qué manera acercarse a Sunoo, sí, su casillero estaba a pocos pasos, su ya casi vacío casillero, pero Eunha lo tomaba del brazo impidiéndole ir con él.

Esa última semana de clase en particular llevaban diferentes recuerdos o cartas de confesiones de cosas que no pudieron decir cuando estaban todos juntos, algunos declaraban su amor, otros su odio, algunos solo regalaban rosas o chocolates a las personas que les gustaban y algunos solamente una carta, claro, Ni-ki le regaló un ramo de rosas a Eunha.

-Iré a la oficina de maestros, ¿Sí, cariño?- Eunha hablaba -Ni-ki.. oye.

-¡Sí! aquí te espero- dejó de escucharla por un momento.

-Está bien- y se fue con algunas de sus amigas.

Ni-ki la vio alejarse y de inmediato fue al casillero de Sunoo, pero este ya no estaba ahí, olvidando sus anteriores palabras fue en su búsqueda, caminó por todos los pasillos, reviso los cursos y salones, pero no pudo encontrarlo, es como si se hubiese desvanecido.

-¡Jungwon!- vio a aquel chico pelinegro caminar por el pasillo -¿Viste a Sunoo?

-No- mintió, pero ese chico ya había dañado demasiado a Sunoo como para dejarlo saber su ubicación.

-¿Sabes dónde podría estar?

-No, tengo que ir a la oficina de maestros...adiós.

Ni-ki se quedó sin opciones, así que empezó a caminar lentamente hasta su salón rendido al no poder encontrarlo.

Entonces ahí escuchó su risa, estaba seguro que era él, siguió su voz hasta poder dar con él.

Ahí lo vio, rodeado de varias personas, chicos y chicas que prácticamente estaban haciendo fila para regalarle algo, había un chico que estaba tomando su mano, literalmente en ese momento estaba confesando su amor.

-Sé que no hablábamos ni nada... pero... me gustas y-y no digo que tengas que corresponderme.. solo acepta esto... por favor- le regaló cuatro rosas y una bolsita de chocolates -cuídate...- quiso abrazarlo pero el miedo le ganó y se alejó.

-¿Quieres un abrazo?- Sunoo abrió sus brazos listo para abrazar al tipo alto y callado que tenía en frente.

-¿Puedo? digo, sí- por primera vez, pudo vivir su sueño, abrazar ese pequeño cuerpo, rodear esa cintura con sus brazos y que esa hermosa sonrisa le sea dirigida a él, se sentía millones de veces mejor de lo que alguna vez imaginó.

Ni-ki se quedó mirando todo, sin poder hacer nada más que observar.

.

.

-Tengo chocolates para dos meses- un feliz Sunoo guardaba todos los regalos en su mochila y en dos bolsas de papel.

En ese momento estaba esperando a Jungwon quien entregaba algunas cosas a los maestros.

-Sunoo...- esa voz la conocía muy bien y no era Jungwon.

-Ni-ki- se dio la vuelta viendo a la persona que mas quería pero mas odiaba ver.

-Te mudaste.

-Sí, te lo dije hace unos meses.

¿Me lo dijiste?

-Lo olvidé.. ayer fui a tu casa y tu papá me dijo que estabas en tu campus... pero nunca me dijiste a cuál irías a estudiar.

-Sí te lo dije... pero parece que no recuerdas.

-Pasaron muchas cosas... tú tampoco recuerdas todo lo que te dije, estoy seguro.

-Cinematografía, especialización en material autoproducido en la universidad del 5to anillo de Seúl, mudarte dos cuadras cerca para no estar tan lejos y conseguir un trabajo de medio tiempo para comprar las cosas que quieres... eso es lo que planeas.

-Cómo.. ¿Lo anotaste?

-No, solo te puse atención, pero tu no haces lo mismo ¿O si?

-Pero ¿Porqué pusiste tanta atención a eso? O sea, no es que fuera importante para ti lo que yo voy a hacer.

-Eras importante para mi, eras especial, por eso todo lo que hacías me interesaba.

-Tú igual eres importante para mi, pero--

-¿Entonces porqué me ocultas de ella?

Ni-ki no respondió.

-Si soy tan especial como dices ¿Porqué me ocultas?

-Porque es mi novia, pero ambos son especiales para mi, le dije que estaría a su lado.

Me dijiste lo mismo a mi.

-Le prometí que--

-Yo estuve primero, me lo prometiste antes que a ella, yo estuve en los sweters que ahora le prestas, yo estuve en ese lado de la cama, yo estuve sujetando tu brazo primero, yo te quise antes que ella...

-Sunoo...

-Pero supongo que tienes tus prioridades... porque cuando estás con ella es como si yo no existiera, me ignoras por completo y ahora dices que soy especial...

Un silencio incómodo se hizo presente en el ambiente.

-Compré esto para tí- Ni-ki le ofreció la bolsa con esos tres chocolates.

-No, gracias- Sunoo desvió la mirada.

-Pero si aceptaste todos esos chocolates y rosas de esos chicos ¿Porqué yo no?

-Porque ellos nunca prometieron algo que no van a poder cumplir... no como tú- vio a Jungwon acercarse - Adiós, Ni-ki.

Y ahora era el turno de Ni-ki de quedarse viendo a Sunoo caminando lejos, con sus tristes chocolates rechazados en su mano.








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Cami~

Adolecent - SunKi♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora