Capítulo 6
— ¿Te encuentras bien? — dije al ver su rostro pálido. Él solo miraba mis ojos con confusión y desconcierto.
— Si. — dijo llevando su mano a su nuca. — No te preocupes. — rascó su nuca. Algo ocultaba, pero no iba a incomodarlo aún más. Me despedí de los chicos y caminé hasta mi casa, sola.
Mi casa estaba a unos dos kilómetros y medio del hospital. De camino pude ver el atardecer, se dice que los minutos que tarda el sol en ponerse se llama Hora Mágica. La verdad era que me fascinaba ese tipo de mística, era interesante las diferentes culturas y pensamientos de las personas. Siempre me frustro cuando no entiendo o desconozco los pensamientos de alguna persona, en especial Sanzu, creo que ese desconcierto fue el que me enamoró, o tal vez fueron sus profundos ojos azules, o su hermoso cabello largo y claro. Cuando me percaté de donde estaba, me encontraba en la puerta de mi casa, a veces me inundaba en mis pensamientos y me hundía en ellos. Entre en casa y saludé a mis padres, quienes estaban en el salón conversando, y subí a mi habitación para hacer las tareas pendientes. Aun no podía dejar de pensar en ese hombre que entro en mi corazón como una simple y minúscula bala, punzante y dolorosa cuando te das cuenta. Golpeé mis mejillas, haciendo que me centrara y me puse algo de música. En ese momento sonó Limón y Sal y me puse a hacer la tarea.
Matemáticas. Una asignatura complicada que solo tenia que practicar para los exámenes. Complicada y a veces aburrida. La terminé rápido.
Biología. La asignatura más fácil. Ahora estábamos estudiando genética, el mejor tema en mi opinión. La terminé rápido.
Japonés. No me gusta. Igualmente era fácil. Estábamos estudiando literatura del siglo XVIII. Tarde un poco más.
Inglés. Fácil. Igual que en biología, simplemente maravillosa.
Economía doméstica. No era la mejor. Todo es teórico en casa y en la escuela es práctica.
Me aburrí, así que me tumbé en la cama, con la música a todo volumen retumbando en mis oídos. Cake de Melanie Martinez se hizo notar ante las otras canciones. Simplemente me recordaba unos años menor, era nueva en el colegio y mis compañeros me utilizaban para conseguir buenas notas. Recordé el día en el que me negué a ayudarlos porque había quedado con la joven Emma, que solo tenía 11 años. Ellos me golpearon hasta romper uno de mis brazos y hacerme sangrar por mis orificios nasales, sin embargo ese comportamiento de mis compañeros duró muy poco al enterarse de que Sano Manjiro era mi amigo. Heather, me recordó a Baji Keisuke. Se fue sin siquiera decir adiós.
— Que pesimista.
Me levante de la cama para cambiarme al pijama, colocar mis libros nuevamente en mi mochila y volver a tumbarme en la cama, quedando profundamente dormida.
El día siguiente no fue muy distinto a los otros días, Sanzu seguía ignorándome y yo hacía lo mismo, como si no nos conociéramos. Al final del día, Emma me mando un mensaje, decía que si podía ir mañana con ella y Manjiro a visitar a Shinichiro. Ese chico era un encanto, sin embargo, murió lo demasiado pronto. El día que falleció, su estado de animo no era el mejor, había recibido su 23avo rechazó de su corta vida, según Manjiro. Contesté con un si a la joven Emma y caminé a mi casa, para volver a hacer la rutina e irme finalmente a dormir.
Miércoles 22 de febrero, un gran día. Ese día no vi a Sanzu por ninguna parte, supuse que estaría preparando lo de esta noche, todo un romántico de su parte. Más tarde, cuando las clases acabaron, fui a buscar a Emma y Manjiro a su casa, ellos también se saltaron el colegio. Los acompañé hasta el cementerio, donde nos encontramos a Takemichi y a otro chico rubio más alto, alto pibón. Dentro del cementerio, me quedé atrás, junto al chico rubio. Ellos estuvieron hablando con Shinichiro hasta que apareció un chico de pelo blanco y ojos púrpura brillante, Izana Kurokawa. Él incitó a Manjiro a tener una pequeña conversación, este nos echó a Takemichi, Emma y a mi. Mientras los tres observábamos como tenían los otros tres esa conversación, Emma comenzó a hablar sobre lo débil que era Manjiro, explicando que aunque pareciera intimidante, era un pequeño niño que dormía con su pequeña mantita, reí un poco y después de un corto rato de conversación, Emma nos ofreció algo de beber, señalando una máquina expendedora en la otra acera. En ese momento, se escuchó una moto acercándose a nosotros, a ninguno de los tres nos dió tiempo de reaccionar, solo a Takemichi, que cubrió su cabeza con sus manos.
Un par de chicos, subidos a una moto. Uno conduciendo y el otro con un bate. Un golpe. Una mujer en el suelo, inconsciente. Emma en el suelo. Takemichi mirando el cuerpo de la mujer. Otra mujer en el suelo, consciente. Me caí del susto. Mire a Emma. Tenía sangre en su cabeza.
Me acerqué a ella gateando, con lagrimas en mis ojos corriendo por mis mejillas y chocando con el suelo.
— ¡Emma! — grité por el dolor que sentía al no querer perder a una amiga y por el dolor de mi muñeca, probablemente un esguince.
— ¿Emma...? — la voz de Manjiro resonó en mi cabeza un rato. No puede escuchar nada más, solo veía como Takemichi y Manjiro se acercaban al cuerpo de Emma, cargándolo en la espalda del último mencionado. Dejándome allí sola, en medio de la calle, en el suelo.
— Parece que ellos tampoco te quieren. ¿Qué harás ahora? — una voz conocida, Izana Kurokawa, me estaba hablando. — ¿Te apetece venir conmigo? Puedo curar tu esguince. — dijo señalando mi mano. Me ayudó a levantarme y me llevo con él a una farmacia, comprando vendas para fijar mi mano.
— ¿Cómo sabes vendar una mano para fijarla? — Pregunté incrédula. Simplemente respondió que aprendió por ver como lo hacían en el orfanato donde se quedó hasta hace tres años. Nos quedamos en silencio hasta que finalmente hablé. — Realmente eres una buena persona. Gracias y lo siento.
— Yo también lo siento. — dijo el peliblanco.
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Jajjaja ya quedan dos capítulos para que termine la serie. Realmente no me gustan los finales malos, pero están bien.
Sabéis cuando no tenéis nada que hacer o tienes mucho que hacer y no sabes que hacer con tu vida?
Haber si me explico. Digo que hoy no tenía nada que hacer, y tampoco me apetecía ver anime, leer manga y tampoco tenía inspiración para escribir. He estado todo el día tumbada en mi cama observando el techo de mi habitación. Esperando a que el día pasara.Bueno, mañana tengo que exponer un trabajo a mi clase y tengo una clase de expresión corporal. Cosa que me da mucha ansiedad y no me gusta nada.
Ya os comentaré como me fue. <3
No os olvidéis de votar y comentar :)
Bye bye 👋🏻💗💗
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A student's life - Haruchiyo Sanzu
FanfictionOnce upon a time... with Haruchiyo Sanzu . . Bad ending