Despertaste en medio de la noche por el ruido de la puerta. Jin había llegado a la casa, estabas literalmente envuelta en los brazos de Jang quién aún dormido te abrazaba de manera fuerte pero cálida. Decidiste seguir durmiendo al escuchar la ducha.
Al día siguiente, despertaste mirando a la pared, no había nadie más contigo en la cama. Diste un quejido de no querer levantarte y saliste de habitación. Viste a Jin sentado en el counter de la cocina, lo abrazaste para dejar el rostro en su pecho, él te abrazó la cintura con las piernas pegando tu rostro a él si más se podía con sus manos gruesas y ligeramente ásperas pero de una manera agradable. Jang estaba cocinando como casi siempre. Desayunaron hotcakes, bluebe para Jang, fresas para Jin y una combinación de ambas para tí.
Ambos estaban muy mimosos contigo, estaban satisfechos con sus cuidados. Jin estaba cansado pues había estado con la liga el día anterior, al parecer planeaban un gran ataque, él cuál Jin pidió que si él necesitaba que te quedarás dentro de la UA lo hicieras. Jang y tú no estaban de acuerdo y otra vez rogaron porque dejara ese oficio de villano. Él solo les hechó una mirada y se levantó para ir a fumar. Jang se enojó y fué a hablar con él, te pidió que no lo interrumpieras.
Bajó al callejón dónde Jin estaba en una silla de playa fumando. Tomó el cigarro y lo tiró al suelo aplastándolo..
Jang: Estoy harto de tu mierda Jin
Jin: Pues lárgate, no te cuesta -dijo sacando la cajetilla de cigarros-
Jang: No lo voy a hacer y -el sonido del encendedor lo desesperaba- Dame esa mierda -tomó el encendedor y lo lanzó lejos-
Jin: Mi maldito encendedor Jang
Jang: Escúchame imbécil, porfin tienes a una chica que te ama, que se preocupa por tí. Tienes una centésima de autoestima que no tenías gracias a ella. Y sigues con los malditos villanos haciendo que se preocupe. Deja de jugar al antihéroe y sienta cabeza. No todo es venganza maldita sea y me cago en tus putos cigarros que lo único que hacen es gastar la miseria de dinero que copias para no conseguir un miserable trabajo. Estás grandesito Bubaigawara
Jin: -se levantó enojado- No me digas que hacer, ella me ama no me dejaría por eso
Jang: No, pero entonces tú morirías y la dejarías a ella como el reverendo hijo de puta que siempre has sido -un puño de rabia golpeó al de ojos aceituna quién regresó el puñetazo al de ojos azules grisáceos.- Duele la verdad no? Que bien se siente decirla
Jin: No sabes nada solo eres una maldita conciencia extra en un cuerpo copiado.
Jang: Quizás lo seré, pero no te vas a deshacer de mi porque la mujer que te espera en ese departamento nos ama a los dos y es una mierda que te vas a aguantar hasta que ella se vaya o desaparescamos.
Jin: Ella no se va a ir! -lo tomó del cuello-
Jang: Entonces desapareceremos -musitó mirandolo a los ojos-
Jin: Prefiero... Desaparecer y que ella pueda amar a alguien más, tiene una vida por delante, no seré tan egoísta Jang.
Jang: Entonces no apresures el día de la partida Jin -ambos tenían rabia en su mirar- No voy a dejar que la lastimes, no por querer venganza contra los héroes o la sociedad.
Jin: -sus ojos se relajaron sentandose otra vez en la silla, poniendo las manos en su cabello halando mechones- Maldita sea
Jang: Solo renuncia... Escapemos... seamos felices con ella Jin.
Jin: A dónde precisamente? -subió su mirada a él contrario quien se puso de cunclillas frente a él-
Jang: Compremos esa cabaña donde nos gustaba pasar el verano de pequeños recuerdas? Estaba lejos de todo, con un pequeño lago enfrente... Quiero una vida con ella, y sé que tú también lo quieres Jin.