Te mordías las uñas con ansiedad. Moviendo una pierna frenéticamente mientras mirabas la puerta que llevaba a la habitación donde estaba Jin. Doctores y enfermeras entraban y salían. Llegaron la policía, Gran Orca y tus compañeros de escuela. Iida, o/t/n y Denki se vieron preocupados. Preguntaron por tu historia con Twice, pero una vez mencionaron su nombre solo empezaste a llorar otra vez. Estabas desesperada, triste, ansiosa... Solo esperabas a un doctor que te dijera que estaba todo bien. Denki te sostuvo, te abrazó e insistió en que todo estaría bien. Denki era alguien cercano a ti, se había criado contigo y luego fueron amigos a distancia. Así que su presencia te hizo calmar más rápido.
Después de un rato tocó contar el resumen de tu historia con Jin, o "Twice" el alias que todos mencionaban.
-Y...yo...- Te limpiaste una mejilla.
-Conocí a Jin el primer día de clases... Lo ví fumar en la ventana a altas horas de la mañana- Mirabas al suelo.
-Pensé "Hey, quizás el también necesita un amigo" así que saludé, me dijo "No creo que es buena idea saludar a extraños" y luego de contestar salí caminando... Feliz... De que me respondiera de manera animada seguí caminando... Seguimos así, muchas mañanas y... No sé que día entré a su casa para... Ayudarlo a... Limpiar y ayudarle con sus traumas.-
Los chicos te miraban, sentados a tu alrededor, curiosos del porqué ese amorío del que recién se enteraban.
-amgh... Luego, al paso de los días y las semanas... fué... Inevitable, sabíamos que ambos habíamos sido muy intentos y nos estábamos enamorando. Pero... ¿Cómo no enamorarme de la persona más juguetona, dulce y fiel que había conocido? Él siempre se culpó por enamorarse de alguien menor de edad, y aunque no lo decía lo sabía... Pero siempre terminaba respondiendo mis saludos en las mañanas, o mis mensajes de buenos días... Y...bueno, creo que ese es el resumen... De porqué estoy sufriendo a... -Tu voz tambaleó.
-Al mejor hombre que yo haya conocido... Y al padre de mi bebé- Empezaste a llorar en silencio, los tres chicos quedaron en un estado de shock. "bebé?" Se dijeron a sí mismos en sus cabezas. Denki volvió a abrazarte, fuerte, y lloraste en su pecho.
-El tiene que vivir... Él no se merece esto- Llorabas contra el pecho de tu amigo, quien por primera vez era serio, y no tenía palabras para tí.
-Tranquila...- Habló la chica, la novia de Iida, poniendo una mano en tu rodilla.
-Hay que tener esperanza no? Y si las cosas no salen bien, prometo que yo misma te ayudaré con el bebé, si es que lo deseas, claro- Volteaste a mirarla, susurraste gracias para cambiar de brazos y abrazarla. No se hablaban mucho, pero era una buena chica, y te caía bien.
-No te preocupes...- Ella te consoló acariciando tu cabello.
-Familiares de Jin Bubaigawara?- Preguntó una enfermera mirando su tablero.
-Si?- Soltaste a la chica y miraste atenta a la mujer.
-Ya puede pasar a verlo- Dijo la mujer de voz calmada, esperó a que te levantases y fueses junto a ella. Llegaste a la habitación y Jin estaba dormido, aunque con oxígeno e intravenosa.
-¿Cómo está..?- Preguntaste acercándote a su camilla.
-Estable, aunque...-
-Aunque?-
-... Descubrimos cáncer pulmonar...- Se acercó a tí, poniendo una mano en tu hombro.
-Q... qué?- Mirabas al hombre dormido frente a tí.
-Fumaba demasiado claramente. Lamento darle estás noticias en medio de este dilema...- Dijo la mujer, intentando hacer la noticia más suave para tí. Pero en tu interior todo se oscureció, si sobrevivía, entonces pasarían a otro infierno. El infierno del cáncer. Quimioterapias, desesperación, ansiedades, tristezas y la probable muerte de Jin azotarían tu vida de manera más dolorosa aún.
-N...no... E... él...d...d...dijo q...que había...d...dejado el...c...ci...cigarro e...estaba disminuyendo la n...nicotina con el vape y...-
-Pero el cáncer ya estaba... Es lamentable el caso... Lo siento-
-¡¡No necesito sus malditas condolencias!!- Gritaste una vez las lágrimas empezaron a salir.
-Solo quiero una solución- Empezaste a llorar, tu voz temblorosa y desesperada, apretabas la mandíbula en un intento de no gritar. ¿Porqué la vida era tan injusta? Él no lo merecía, tú no lo merecías, el bebé no lo merecía...
-L...la... Dejaré un momento a solas...- Ella iba a salir cuando el hombre/perro entró. Ella solo salió con las lágrimas aguantadas, aunque pareciera que no, algunas enfermeras son empáticas. Pero esta historia no es sobre la enfermera.
-Lamento... Escuchar esto...- El hombre se sentó en la silla contraria a tí.
-Dije... Que no quiero sus condolencias...- Remarcaste entre dientes tus palabras. Sentándote en la silla a tu lado de la camilla. Agarraste la mano izquierda de Jin y la acariciaste con dulzura.
-Despertará...-
-Si... Pero en otro infierno...- Miraste al oficial, tenías los ojos rojos e inchados por llorar.
-Lamento eso... Y como agradecimiento por ayudarnos a atrapar a la Liga de villanos, el gobierno aceptó correr con los gastos necesarios...-
-Ya lo sabía?-
-Me enteré apenas hace 15 minutos, más o menos. Lo suficiente para hacer una llamada- Dijo cruzado de piernas y poniendo ambas manos en las mismas.
-Es lo mejor que puedo hacer para agradecerles-
-...- Lo miraste , dando un sollozo rápido. Ibas a abrir la boca cuando...
-Gracias...- Esa voz no era la tuya. Volteaste dónde Jin, quien abría los ojos lentamente, apretando el agarre a tu mano. Tenía los ojos hechos cristales, y su mano empezó a temblar. Se notaba el nudo en su garganta.
-Lo lamento... T...T/n...- Te miró.
-N...no... No tienes nada que lamentar amor- Te levantaste poniendo tu mano izquierda en su mejilla mientras la derecha sostenía la mano de Jin.
-E...es... M...mi c...culpa- Respiró algo profundo.
-N...no debí haberte metido en esto, en nada... N...no debí haberte conocido... E... estarías feliz... S...sin mi- Su labio empezó a temblar, se notaba que estaba ansioso, dolido y asustado.
-N...no digas eso...-
-Los dejaré a solas- Fué la respuesta rápida del oficial para salir sin más de la habitación.
-No digas eso mi amor...-
-E...es la verdad...- Las lágrimas empezaron a correr las mejillas de ambos mientras el agarraba con más fuerza tu mano.
-N...no estarías en estos...p...problemas y...y... N...no esta...estarías e...embarazada... N...ni sufriendo- Empezó a llorar, soltando un poco ese nudo en su garganta el cual dolía de sobremanera.
-Perdón princesa... P... perdón- Lo abrazaste, fuerte, undiendo tu rostro en su hombro. El te abrazó con la misma fuerza, aunque deseaba retroceder el tiempo y no haberte saludado, besado, acostarse contigo, te amaba y por ese amor deseaba no conocerte, que estuvieras viviendo tu vida tranquilamente y el haber sido atrapado con la Liga.
-No podemos c...cambiar el pasado...- Lo miraste a los ojos.
-Y...si pudiera... Yo no cambiaría ni un solo detalle de él...- Tu voz bajaba de tonos, se hacía aguda.
-Asi que vamos a luchar juntos carajo... No me harás aparte, no te aislarás, y mucho menos te vas a rendir. No voy a dejar que mueras sin haber hecho algo al respecto... Si?- El te miró a los ojos, dió una sonrisa pequeña aunque su cuerpo no sabía si sentirse consolado o seguir llorando.
-P...por eso me enamoré de ti...- Susurró dando una sonrisa entre sus lágrimas.
-Te amo...- Susurró para poner su mano libre en tu mejilla, y la otra llevarla a su pecho junto con tu mano.
-Eres lo mejor que me ha pasado...-
-Lo mismo digo- Dijiste dando un intento por sonreír.
-Dame un beso... Es lo más que quiero ahora...- Suplicó para obviamente recibir un beso suave y dulce. Esos labios que solo él sabía amar.
//algo corto, pero admitamos que el drama compensa la larga espera.
Denle gracias a mi insomnio
