Un último beso

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Un llanto suave abargaba en medio del silencio de la habitación. Una mancha de sangre estaba en las sábanas, no era una escena del crimen, habías dado a luz mientras dormías. Indoloro, suave, cálido. Abrazabas dulcemente a la criatura que aún estaba unida a tí mientras personas subían las escaleras para atenderte. Cortar el cordón umbilical y limpiar a la dulce criatura que apenas había hecho sonido al nacer. No lloraba, no se quejaba, solo se movía y respiraba con tranquilidad. De ojos heterocromaticos y cabellera rubia un poco más oscura era el niño que estaba en tus brazos. Un varón, pesado, algo grande para recién haber nacido y aún así no sentías ni el más mínimo dolor, llorabas de alegría de tenerlo ya en brazos. Justo en ese momento se oye algo pesado caer, una persona más bien.

-Jin- Te levantaste para ir a ver pero ahí sí se te clavó una estaca en el vientre. Un dolor constante te obliga a sentarte.

-Necesitaremos otra ambulancia- Se escuchó a lo lejos la voz de una de las enfermeras.

-No no no...- Intentas levantarte otra vez, con las piernas temblorosas y siceante quejez. Una de las enfermeras te asistió.

-Mamá no es el mejor momento para preocuparse, debe recostarse para llevarla al hospital y hacer exámenes al pequeño y a usted. Es por su salud.-

-¿Que le pasa a mi esposo?- La miraste con confusión y miedo mientras ella intentaba llevarte a la cama.

-Puede que sea un desmayo, pero debido a su condición debemos tomarlo como una emergencia. Por favor, coopere para hacer el trabajo más fácil y seguro.- La mujer intentaba calmarte, aunque no lo lograra del todo almenos estabas cooperando aunque fuera entre llanto.

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Una vez en el hospital, atendieron a tu hijo y trataron lo debido en tu cuerpo. Al rato no pudiste evitar levantarte, porfin no dolía, aunque no deberías levantarte no podías esperar a ver a tu marido. Antes de salir, una enfermera con tu bebé en brazos te detiene.

-Buenas señorita T/A. Es hora de amamantar a su pequeño.- La voz dulce de la mujer hizo que te detuvieras para sentarte en el borde de la cama. Con facilidad bajaste parte de la pijama de hospital para poder amamantar al niño. Al principio diste un par de ciseos, apretaba mucho por lo cual dolía. Pero al paso de los minutos se sentía un estado de relajación, cierras los ojos y un aura de verdor y blancura, inocencia y vida te rodea. Alivio, puro alivio es lo que hay en tu corazón. Abriste los ojos para salir del sentimiento placentero y dulce para mirar a la criatura que disfrutaba de las funciones de tu cuerpo.

-...te amo...- Susurraste para finalmente dejar de sentir la presión en tu pezón. Lo recostaste en tus piernas boca abajo para darle suaves golpes en la espalda hasta quedar dormido, le habías quitado la sabana, no querías tenerlo restringido de probar sus extremidades en ningún momento.
-Tan lindo- En ese momento Kirishima entra en la habitación.

-...Hola- Dice poniendo una sonrisa al ver como te llevas el bebé al pecho para seguirle sacando los gases entre su sueño.

-¿Como está Jin?- La mujer seguía dando ligeras palmadas al bebé.
-...no está nada bien T/N...-

-Ah...- La mujer mira hacia enfrente mirando perdidamente a la puerta.

-¿C...como estas tú? ¿Ya te lo pegaron tan rápido?- Dice con naturalidad mirando al pequeño.

-Es más grande que un bebé normal en estos momentos... Los doctores dicen que su quirk puede haber adelantado su crecimiento un poco. Les sorprende que esté tan bien para el...tamaño que tiene...-

Amor enmascarado 💖 (Twice X Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora