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Despierto asustado cuando escucho mi teléfono sonar. Lo agarro y atiendo la llamada entrante.— ¡Hijo! Ven rápido al hospital por favor, tu hermana esta muy grave —Dijo mi amá sin dejar de llorar
"Verga" pensé
—¿Que? pero ¿Qué ocurrió? —Pregunto mientras comienzo a vestirme con rapidez.
—Apurate por favor —Solloza al otro lado de la línea y agarro las llaves de mi carro, Corto la llamada y con rapidez me subo al auto emprendiendo camino al hospital.
Cuando llego, sin importarme lo mal estacionado que deje mi auto, me adentro con rapidez al hospital y, luego de preguntar donde se encontraba mi hermana, corro hacia el ascensor.
Llego al piso correspondiente y al caminar unos pasos me encuentro con mi madre sentada y con los codos en sus rodillas, sujetando su cabeza. Rápidamente me acerco a ella e inmediatamente al darse cuenta que soy yo, me abraza y llora.
—Tuvo un accidente en carretera, la van a operar, el doctor dijo que tiene muy pocas probabilidades de poder volver a caminar.
Una punzada siento en mi corazón al escuchar sus palabras, con lo que mi hermana ama su carrera de modelaje, correr sin parar...esa noticia la destrozara.
Mi madre señala al doctor que operará a mi hermana y camino rápido asia el
—Doctor por favor haga asta lo imposible para qué mi hermana camine, si es posible traigan a los mejores doctores —Dije— El dinero no es problema
—No se preocupe haré todo los este en mis manos, Su hermana esta en la mejores manos —Dijo el doctor dándome ánimos
Luego de horas y horas en sala de espera, nos dan noticias del estado de mi hermana. Ya la habían pasado a una habitación pero el doctor dijo que lo mejor era dejarlo descansar y que vengamos mañana. Mi amá por supuesto se negó varios minutos pero terminó por aceptar, debia descansar.
Yo me quedaré por si algo ocurreDespués de unas horas los enfermeros me pidieron comprá unos medicamentos que no tenía aquí en el hospital
Salgo del hospital y camino hacia donde había aparcado mi auto. Al estar a solo unos paso, pude lograr ver a una chica recostada sobre el con un cigarro posando en su boca.
—Ah, ¿ hola? —Ella posa su mirada sobre la mía y se incorpora.
—¿eres el dueño de este auto? —Pregunta mientras exhala el humo de su boca, asiento y su mirada cambia a una furiosa —¿Sabes cuántas horas llevo esperandote para poder irme de aquí porque has dejado tu auto mal estacionado e interponiéndote en mi paso maldito imbecil?
—tranquilizate, ¿si? tenía apuro y lo que menos me importaba era estacionar el auto.
Pues está quien se cree para hablarme así ala verga
—Todos los que venimos a este maldito hospital tenemos apuro, ¿tú ves a alguien que deja el auto mal y no le permite el paso a los demás? no ¿verdad?
—lo siento ¿bien?
—¡no, nada de esta mierda está bien! —Grita y noto lágrimas salir de sus ojos.
Oh no, mierda. A mi no me va el llanto. No se como verga lidiar con eso.
Suelto un largo suspiro lleno de frustración y pregunto en mi mente si debo abrazarla o no. Al ver que sus sollozos no cesan, me decido y me acerco a ella rodeándola entre mis brazos. Ella no se aleja.
(...........)
Sonrío al recordar esa misteriosa chica desconocida que abrace aquella vez en el hospital. No se por que, pero hay dias en los que no paro de pensar en ella y en lo fatal que se veía. No se que es lo que habría pasado, pero seguramente nada bueno.
