Kevin Castro

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Narra ________

Mi cabeza está apunto de estallar, me duele todo, al parecer tenía una de las mayores resacas que me hayan dado en la vida, ni siquiera sé en dónde estoy, no reconozco esta cama, esta habitación.

definitivamente no es mi casa.

Me levanté desconcertada, tallé mis ojos con las manos para tener una mejor visión y despejarla un poco, tenía puesta una camisa larga, alguien la puso, lo que significaba que alguien vio mi ropa interior.

Me puse de pie y caminé por la habitación, estaba en total silencio, ¿Acaso estoy en la casa de un psicópata? No estaba muy ordenada pero tenía un aroma a alcohol bastante notable, tal vez yo era quien tenía ese olor impregnado.

Tenía curiosidad por saber en la casa de quién estaba, así que abrí la puerta de la habitación y detallé unas escaleras que guiaban hacia el piso de abajo, bajé con precaución hasta que llegué a la sala, en el sofá había un chico pelinegro sin camisa y con gafas de pasta negra y mirando algo en su  teléfono, de una vez lo reconocí era

Kevin

uno de mis amigos de fiesta, estaba aliviada de que no estuviera en la casa de un violador o algo así, pero estaba un poco apenada por que él me vio en ropa interior.

—Buenos días —Salude

 Sus dedos dejaron de teclear el teléfono, él solo medio volteo la cabeza para mirarme y siguió escribiendo en su teléfono . 

Yo me acerqué hasta el sofá donde estaba sentado, me tumbé a su lado y lo miré

El es muy guapo: de piel blanca, su personalidad fría y sarcástica lo hacían más apuesto e interesante, somos amigos desde hace un par de años y siempre que vamos a discotecas o hacemos fiestas va él.

—¿Qué pasó ayer?—Pregunté tallandome los ojos de nuevo.

—Nada —Dijo seco y frío, no apartaba su mirada del teléfono

—Vamos Kevin, dime como termine en tu casa y en tu cama —Dije algo confundida

—Si piensas que pasó algo entré los dos, te equívocas —expresó, su tono cortante aumentó.

—Vale... —Dije con desinterés, hubiera querido que algo pasara entré los dos pues para mi  su personalidad lo hacía más interesante y deseable.

— ¿Y cómo llegué aquí? —Pregunté estirando mi cuerpo para sacar la pereza.

Apartó de su vista del teléfono y soltó un suspiro lleno de asperezas

—Ayer cuando estábamos en la fiesta de Itzel  te pusiste muy borracha a tal punto en el que casi besas a hurtado, pero éste se espanto cuando lo tomaste de su barbilla y te quitó de encima y ahí fue cuando marco  me pidió el favor de que te llevará a casa, accedí pero no sabía cual es la dirección de tu maldito apartamento y te llevé en el auto pero no se como rayos hiciste para sentarte en mi regazo y... —Se detuvo. Al parecer lo pensó dos veces para terminar de hablar.

—Lo siento castro, suelo reaccionar así cuándo estoy ebria, pero no volverá a pasar —Dije avergonzada

poco a poco mis mejillas se tornaron a un color rojo, agaché la mirada para evitar cualquier tipo de contacto visual.

Hubo un silencio incómodo, estaba muy avergonzada, tal vez él había pasado un mal rato por mi culpa, pero me sentí más frustrada porque no pasa nada si de algo estoy segura es que

¡ NO LE ATRAIGO EN LO MAS MÍNIMO !

—¿Sabes algo? —una sonrisa maliciosa apareció en su rostro —Me quedé con las ganas.

𝙊𝙣𝙚 𝙎𝙝𝙤𝙩𝙨 || 𝙇𝙤𝙨 𝙏𝙤𝙮𝙨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora