Han escuchado ese dicho que dise
"El que come callado, come dos veces"
Pues eso era exactamente lo que yo estaba asiendo en este momento, me estaba dando a un hombre prohibido, a un hombre que no se que es lo que siente realmente por mi, si solo me buscaba para sacarse las ganas o realmente me busca por qué siente algo por mi como me lo avía echo creer el.
Marcos y yo tenemos 8 meses de "relación" esos ochos meses en los que yo soy la amante ante los ojos de algunas personas, por qué el tiene a su "novia oficial" con la que tiene 6 años de relación, en verdad me duele el que no sea mío y quedar como mala que está destruyendo un relación "bonita'.
Marco avía preparando este viaje express de dos días por mi cumpleaños, hoy es el primer día de este pequeño viaje, mañana por la noche el se regresa a Culiacán y yo a Guadalajara.
Llegamos como a las 11 a mazatlán, Eduardo me llevo a almorzar a un pequeño restaurante discreto dónde no aya tanta jente, en especial esa jente chismosa que pueda grabar que yo estaba con el, me quería evitar el salir en páginas de chismes por ser la amante en turno como las llaman a varias, llegamos al hotel como a la 01:30 de la tarde y dede que llegamos no hemos salido para nada
Estábamos en uno de los hoteles más caros de mazatlán, en la suite presidencial, con una hermosa vista ala playa
Observo como duerme plasenteramente, su boca está entre abierta y su pecho sube y baja por lo relajado que está, observo cada detalle de su rostro, su labios carnosos que hace apenas unas horas atrás recorrían todo mi cuerpo, las pequeñas ojeras que se están asiendo presente por lo poco que duerme, esas cejas pobladas que lo asen ver tan guapo, las hermosas pestañas largas que tiene, su cabello risado y alborotado
—Una foto dura más —Susurro mostrando una pequeña sonrisa, esa hermosa sonrisa que me tiene a sus pies
—Pero yo prefiero verte en vivo —Me acurruque en su pecho y lo abrase más a mi
No savia que estaba despierto y yo mirándolo tan embobada, el me abrazo más a él, metio su mano entre las sábanas blancas y tomo mi pierna para que las entrelazó con las suyas
—Feliz 21 corazón —Lo mire y le di un pequeño beso en la comisura de sus labios
—Todabia falta 1 hora para que sea mi cumpleaños —Hable acomodandome entre sus brazos, eran recién las 10 de la noche
—No me importa yo ya te di tu regalote —Solto una pequeña risa
—¿Que? ¿Cuál regalote? —Pregunte
—Como que cuál regalo? La revolcada que te día ase rato —Me separé un momento de el para mirarlo —Ese era tu regalo mi chula
—Huy que gran regalo señor castro —Me volví a pegar a su pecho