.
Intento resolver el maldito problema pero tomó el borrador y vuelvo a pasarlo por la hoja, frustrada.
Puta materia, puto ejercicio, puta universidad.
-Un poco más y te gradúas __________, solo, inténtalo otra vez- me digo a mi misma e intento resolver el problema otra vez.
Mi teléfono interrumpe mis pensamientos y atiendo sin mirar de quien se trata.
— ¿Por qué tan oscuro?—Escucho y alejó mi teléfono, mostrando la imagen de Eduardo en la pantalla, río dejando el lápiz a un lado.
—Lo siento chulo, estaba distraída —Sonrio y me levanto para recostarme en la cama —Te extraño —Digo haciendo un puchero, él sonríe.
—Y yo a ti, no sabes cuánto cariño, pronto estaré allí, quedan unas semanas más y podré volver a verte —Dice y asiento.
Todos nos decían que una relación a distancia nunca funciona Pero marco y yo les hemos demostrado que con confianza y amor si se puede.
Tenemos de novios casi 6 años
cuando yo lo conocí yo estaba viviendo en Badiraguato pero cuando cumplí 18 años me viene a terminar mis estudios a sonora .
mis padres me apoyaron siempre, asta de regalo número 18 me quería regalar una casa para mi estancia en sonora, pero una casa es demasiado grande para mi solita.
Así que opte por un departamento pequeño pero cómodo , el cual me lo termino regalando mi primo Ovidio y mis padres me regalaron un auto para que pudiera moverme
Digamos que mi familia trabaja en algo no muy legal ustedes me entenderán.
Mientras que marco estaba atendiendo sus negocios en Culiacán, yo me encontraba cursando el último año de la universidad, plebes ya mero tengo mi título en comercio internacional.
— Cinco meses lejos de ti es mucho- digo mirándolo y él asiente.
—Ya mero terminas tu carrera , y no hay excusa para estar separados más—Dise sonriendo y yo asiento mirándolo
—¿Qué tal va todo allí?—preguntó
Note que traía puesto una sudadera que yo le había comprado y le lleve la última vez que fui a Culiacán
—Genial, grabando y apoyando como siempre ala chavalada, bueno también nos desestresamos echandonos unos botes y agarrando cura —Dise y río.
—Maldito borracho, no quiero que bebas mucho, ¿Si? Y si lo haces asegúrate de tener a algunos de los plebes cerca —Advierto y el ríe.
— Sabes que no suelo emborracharme y cuando lo hago siempre hay jente que me cuida, si te preocupa el hecho de las mujeres, ninguna se compara contigo, no te llegan ni a los tobillos, muñequita —Dice sonriendo y me sonrojo— Aw, ¡Te vez tan linda con las mejillas rojas!-exclama sonriendo.
—Calla, tonto —Río.
— ¿Cómo van las clases ? —pregunta y bufo.
— Ni me lo recuerdes, tengo suficiente con mi tesis, la maestra de matemáticas, las estúpidas chicas que creen que hablándome sacarán algo de ti y los imbéciles que me ven como una presa fácil al tener a mi novio lejos de aquí—Digo, cansada —Realmente quiero reinar, recibir mi diploma y dejar de ver el rostro de esos idiotas.
—amo tu actitud —sonríe y le lanzo un beso riendo, de fondo escucho a los plebes hacer ruido y molestando a mi novio, río cuando el gordo aparece en la pantalla.