capítulo 4

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La escuela termino igual que siempre cuando salí al estacionamiento Owen ya me esperaba junto a su auto viéndolo ahí ignorando a todas las chicas que pasaban por su lado y lo saludaban solo por mirarme me hizo sentir... Bien, me gustó pero no debía de olvidar que mi objetivo ahora era encontrar a bella.

-te ves preciosa hoy- lo dijo abriendo la puerta del copiloto para que yo subiera.

-solo han pasado 3 horas desde nuestra última clase juntos- lo dije poniendo los ojos en blanco.

-3 horas Enserio? Yo lo sentí como si hubiesen Sido días- lo dijo aguantando su risa.

-eres un imbécil, ¿nos vamos?- le dije tratando de sonar fría cuando en realidad también estaba aguantando una risa.

-si por supuesto "pingüino"- abrí demasiado mis ojos al escuchar aquello ya que solo mi hermano Erik me decía de esa manera.

-no me vuelvas a decir así por favor- dije de muy mala manera

-por que? Cómo quieres que te diga? Quizás "pingüinito" ya que eres muy pequeña- lo dijo guiñándome un ojo y yo no pude aguantar mi risa más tiempo.

-olvidalo dime cómo quieras- dije rompiendo el contacto visual que a decir verdad no sabía ni cuando había iniciado.

-Bien pues "pingüinito" será- se acercó y me dió un beso en la mejilla.

-que almorzaremos?- pregunté yo intentando ocultar mi emocion por ese beso y, A decir verdad creo que fue muy exitosa mi evasiva por qué pude notar algo de decepción y dolor en sus ojos al ver que no le preste atención a ese beso.

- lo que tú quieras y dónde quieras- lo dijo retomando su compostura de chico malo algo que a decir verdad me encantaba por qué a diferencia de su hermano,Will era un chico dulce y buen novio, para Owen las chicas eran solo su diversión.

- quiero emm... Comida mexicana? Si, quiero comida mexicana y tú?- lo dije con una pequeña sonrisa inocente y yo sabía que Owen odiaba la comida mexicana pero el no sabía que yo sabía.

- comida mexicana?- pregunto un poco incrédulo pero asentí muy segura de mi decisión.

- si. Quiero comida mexicana- el puso los ojos en blanco y dijo.

- muy bien comida mexicana y dónde quieres ir a almorzar?- pregunto con su rostro un poco relajado y complaciente.

- dijiste que me invitas a almorzar en tu casa- le dije guiñando un ojo el lo dudo y sonrió maliciosamente.

- claro, pues entonces vamos a mi casa.

30 minutos después llegamos a casa Owen y su casa estaba sola algo que no me extraño para nada la verdad.

- ya llame al restaurante y dijeron que en 30 minutos llega nuestra orden quieres algo de tomar mientras llega?- asentí divertida por su nerviosismo aunque a quien quería engañar yo estaba exactamente igual de nerviosa.

- aquí tienes- dijo el dándome un vaso de jugo- quieres hablar sobre... Bella y tu familia?- no me gustaba hablar de bella así que hablaría de mi familia.

- claro, tengo 2 padres y 5 hermanos llamados Erik, bella, sol, cassian y Cameron, cassian y Cameron son gemelos al igual que sol y yo- casi se ahoga con un sorbo de jugo al escuchar lo último, la verdad es que sol y yo éramos tan diferentes que casi parecía imposible ser gemelas. , Y aunque éramos vecinos de casi toda la vida no éramos amigos por eso no me sorprendió.

- que? Sol y tú son gemelas? Wow eso sí no lo sabía pero si ella es tan... Dulce y amistosa y amable y... Es todo lo opuesto a ella, tú eres fría poco sociable y eres egoísta- si así era sol y yo éramos los opuestos la una a la otra además sol era hermosa junto con Bella en cambio yo... No tanto como ellas 2.

- que lindo gracias por el cumplido, sol también se muere por ti, por eso no me explico por qué siempre me invitas a salir a mí y no a ella- desde que éramos niños sol había sentido algo por Owen pero el siempre la ignoraba algo que a ella no le hacía gracia luego le gusto Will y este se enamoro de bella siento que sol nunca se lo perdono a Bella.

- si, ella y muchas otras se mueren por mi- bufé y puse los ojos en blanco, el río y dijo- pero solo me gusta lo que no me es tan fácil de conseguir- me guiñó un ojo y se estaba acercando a besarme cuando el timbre de su puerta sonó el hizo un sonido de frustración y se alejo para abrir la puerta.

NADIE SE ACORDARA DE TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora