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Cuatro días pasaron.

Cuatro días sin saber nada de Maya. Cuarto días sin alguna nota. Cuatro días sin verla pisar aquel bar.

A pesar de haber hablado una sola vez y enrollarse con ella, se preocupaba.
Carina empezaba su turno, se había despedido del anterior bartender, ese día  se sentía ligera, se dirigió a la bocina y subió más el volumen mientras bailaba y daba pequeños saltos, animando a la gente, soltó una carcajada contagiosa mientras se dirigía a la barra para preparar mojitos, mientras los hacía notó varia gente aglomerarse en la entrada, no le tomó importancia hasta que se escucharon alardeos y jadeos.

-Eh, Eh . Ustedes separense - gritó desde la barra, sin poder visualizar del todo bien-Mi ci vuole lo scrubbing(Me lleva la fregada) - murmuró mientras se acercaba al bullicio - Separen los por amor de Dios - gritó un poco más fuerte, ocasionando que se rebelaran ambos rostros. Su cara se contrajo al ver a aquella rubia sangrando del pómulo con manchas en su cuello, y al pelirrojo de la ceja rota y rasguñado - Maya-jadeo mientras llevaba su mano al puente de su nariz suspirando, los miró a ambos, expectantes de ella.-Saquen los de aquí - se dio la vuelta sin más retirándose de ahí, camino a la barra sin perderlos de vista.

-Pedazo de mierda- murmuró el pelirrojo mientras tomaba algo del piso y se retiraba chocando hombro con la rubia- pudrete-

-Jodete-gritó de vuelta la rubia mirando al pelirrojo-¡Carina!-Le grito mientas era llevada a jalones a la salida-¡Carina!- volvió a gritar siendo ignorada. Una vez en la puerta detuvo al sujeto que la sacó-puedes darle esto a la barman ¿por favor?- murmuró mientras escribía algo rápido en un pedazo de papel recargada en la pared más cercana, le tendió el papel esperanzada, el tipo lo tomó, lo hizo bolita y  lo arrojó a la calle, todo mientras la miraba.

-y no vuelvas-la señaló volviendo a dentro.

Maya suspiro rendida mientras sentía el ardor tardío de su pómulo, su boca sabía a sangre y sus manos escocían, abrió y cerró levemente los puños, mientras tomaba asiento en el piso a unos pocos metros de la puerta del bar de Joe, esperaría hasta que el turno de aquella morena terminara.

Mientras tanto la tarde alegre de la morena había sido opacada por una rubia golpeada y un pelirrojo arañando-porca miseria- murmuró mientras llenaba cervezas y las repartía, su mirada constantemente iba hacia la puerta de entrada, recordando como la rubia salió gritando su nombre y ella simplemente decidió ignorarla.

Suspiro rendida mientras seguía haciendo su trabajo, intentando sacarse de la cabeza aquella escena.

Bartender- Marina FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora