Mientras salía del bar, tras haber terminado su turno, a las 3 am, y cerrar el local, soltó un gran suspiro mientras tallaba sus ojos y sacaba las llaves de su auto, a pesar de haber sido una noche un poco tediosa lo único que quería era llegar a casa, darse una ducha y dormir 10 horas.
Un leve quejido a su izquierda llamó su atención, frunció el ceño mientras se acercaba a éste y apretaba las llaves, dando pasos tímidos y precavidos hacia el cuerpo caído.
-Pero, Maya... - murmuró soltando su bolso y llaves a un lado, tomando la cabeza caída de ésta, quien parecía estar desmayada-porca miseria, no me hagas ésto - empezó a dar pequeños golpes en su mejilla para despavilarla, sin conseguir nada-vamos... - murmuró mientras que con una mano sostenía la cabeza y con la otra abría levemente un ojo de Maya, así poder ver su pupila. Suspiró de alivio al ver que empezaba a reaccionar con ésta acción.
Por un momento se permitió sentirse en calma, soltó un suspiro son apartar las manos de aquella cabeza, comenzando a analizar rápidamente las cortadas y la sangre seca que había, recordó la pelea y miró las manos de Maya.
-Bambina-hizo un puchero, tomando una mano hinchada, tocando con precaución, por si había un hueso roto, sonrió levemente al ver que no había pasado a mayores. Volvió a enfocar su vista en aquellos ojos verdes que tanto había extrañado, sin darse cuenta- Vamos a curarte ésto, levántate-habló tomando sus cosas, desactivando la alarma de su carro a la distancia, mientras la ayudaba a levantarse- Mírate , estas toda maltratada-murmuró tomando su cintura, haciendo que se apoyara en ella, soltando un quejido-perdoname-cambio la posición mientras se acercaban al carro lentamente.
-perdón-se escuchó un susurro casi inaudible-no debí venir-se escucho de nuevo, mientras Maya recargaba su cabeza en el cuello de Carina, respirando su olor-hueles tan bien-habló un poco más fuerte.
-no podría decir lo mismo Bambina- respondió mientras abría la puerta del automóvil-entra-
Una vez en el auto, todo el camino se hizo un silencio incómodo, donde Maya recargaba su cabeza en el espejo y miraba a Carina de reojo, pensando que ésta estaba enfadada, mientras que Carina estaba tensa, pensando en que su horas de sueño de verían reducidas, tras inesperado evento. Al llegar a la casa de Carina, lo primero que hizo fue sentar a Maya en su sillón de terciopelo, mientras preparaba el agua para Maya.
-Hay que darte una ducha, ven- la dirigió a su baño mientras maya no dejaba de mirarla, con su carita sucia y sus grandes ojos verdes-¿Qué?- soltó risueña mientras tocaba el agua caliente-desvistete- dijo mientras salía del baño.
Tras dejar un pans, unos bóxer y una blusa holgada en la esquina de la cama, se fue a preparar la cena, estaba tan metida en su preocupación que no notó cuando Maya regresó, hasta que terminó la cena y la encontró observándola. Se miraron fijamente, Carina recargada en la barra de su cocina y Maya en una silla.
Carina sonrió levemente mientras tomaba el botiquín, y lo ponía en la mesa, abierto, justo al lado de Maya, suspiro y tomando algodón y mojando lo levemente en alcohol, para curar aquel pómulo, abrió lentamente las piernas de Maya, mientras ésta se mantenía en silencio, apreciando a la chica que nunca pensó tener así, a la chica que pasó de un simple crush a alguien que parecía preocuparse por ella.
Carina se metió por completo en medio de las piernas de Maya, sintiendose normal para ella, aquellas manos lastimadas rodeaban su cintura, y esos ojos tan expresivos no mostraban ningún signo de dolor. Paso el algodón al rededor de la herida, que parecía no tener signos de infección, tras ser lavada durante la ducha no fue necesario lavarla, simplemente después de aplicar un poco de alcohol, colocó una tirita en forma de diagonal a la herida, dejando un beso en su mejilla, para después darle una caricia.
-¿Como te sientes? - murmuró Carina si dejar los cariñitos en su mejilla- ¿Vas a hablarme o todavía no? - bromeó sin dejar de verla directamente a los ojos. Al no obtener respuesta, suspiro dejando un pequeño beso en la frente de Maya alejándose para servir la cena.
Después de una cena completamente silenciosa, Carina se dirigió a tomar una ducha rápida, preguntándose el porqué Maya había ido a pelear justamente al bar, o el porqué decidió simplemente no hablar.
Poniéndose una blusa que quedaba como vestido y unas bragas, volvió al salón, encontrando a Maya viendo por la ventana, con los brazos cruzados, con una postura rígida. La miró por unos minutos hasta que decidió acercarse y abrazarla por detrás, dejando un beso en su cuello.-Maya, estoy aquí para ti, no te voy a dejar-dijo con una voz baja, apretandola entre sus brazos, sintiendo como se relaja a notablemente - Vamos a dormir-besó por última vez su cuello y se separó tomándola de la mano para guiarla a su cuarto. Tras deshacer la cama y hacer que Maya entrara, se acostó ella también dándole su espacio, hasta que sintió como el colchón se movía hasta sentir como Maya acostaba su cabeza sobre su pecho.
Se acomodaron como si fuera una pose habitual al dormir entre ellas, a pesar de ser la segunda vez juntas en una cama y la primera sin hacer algo sexual.
-Gracias - escucho su voz en medio de la oscuridad, sintiendo como se apretaba más a ella, la respiración en su cuello constante. Carina sólo pudo apretarla más en un abrazo, mientras su cuerpo se relajaba, sintiendo un beso en su cuello, haciendo aquella velada más intima.
Cuando termine de escribir éste fic, seguiré con éste, jajajs.
lol, solo venía a hacerle promo
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Bartender- Marina Fanfic
FanfictionDonde Maya Bishop va cada día de la semana al bar de Joe y conoce a su nueva bartender, quien hace los tragos mas deliciosos que alguna vez haya probado y decide dejarle notas después de haber tenido un intenso crush con ella.