Propuesta (Eruri)

Capítulo 3

"Creo que sí puedo acostarme contigo y quizás me guste"

Todavía no entiende como fue capaz de pronunciar esas palabras sin siquiera inmutarse. Jamás se ha detenido a inspeccionar sus sentimientos por el pelinegro y una parte de él está asustado de descubrir que el vínculo que los une va más allá que una amistad cercana, lo cual explicaría por qué es tan diferente a la relación que mantiene con Mike y Hange.

Un toque en el hombro derecho lo sobresalta, girándose hacia el recién llegado e inmediatamente coloca una prudente distancia, sentándose al borde de la cama.

-Te llamé varias veces, Erwin.

-Lo siento, estoy cansado, ¿Necesitas algo?- pregunta quitándose la chaqueta junto a la botas y repara en lo que el pelinegro sostiene en sus manos- ¿Ya terminaste el libro?

-Sí, es el último que me recomendaste, hay un—

-Lo siento, Levi, quiero dormir, tengo que levantarme temprano mañana.

-¿Solo es eso? Tal vez me equivoque, pero parece que estás evitándome- señala acercándose al rubio y cruza los brazos a la altura del pecho al mismo tiempo que se inclina hacia adelante- ¿Por qué no me miras, Erwin?

-No estoy evitándote, Levi, hablamos al mediodía, también por la tarde.

-Solo hablamos de trabajo- aclara con un suspiro cansado antes de sentarse al lado del comandante, permaneciendo cabizbajo- Estás incómodo conmigo porque dije que me toqué pensando en ti ¿Verdad? Lo siento, Erwin, te prometo que no volverá a suceder, ¿Es posible que olvidemos todo esto? Tal vez estarás más cómodo si me voy de la habitación.

-¿Qué? No, no quiero eso- replica girándose al menor y estira la mano, dudando unos segundos antes de posarla en la rodilla ajena, acariciándolo despacio- No quiero que te vayas, no quiero fingir que esto no pasó, no me incomoda lo que dijiste, Levi... fue muy sorpresivo, no lo esperaba.

-¿Estás molesto, Erwin?

-No, claro que no, es que... no quiero que las cosas cambien entre nosotros.

-¿Y por qué van a cambiar? No es primera vez que me enseñas y me explicas cosas que no sé.

En ese instante recuerda que el capitán además de ser inexperto en lo referente al ámbito sexual, nunca ha experimentado la atracción o el amor de pareja, así que es probable que esté malentendiendo sus palabras.

-Tienes razón, Levi, no van a cambiar, perdóname por cómo me he comportado estos días, recuéstate a mi lado y responderé todas tus dudas.

-Dijiste que estabas cansado, Erwin, no tienes que esforzarte por mí.

-No me estoy esforzando, quiero hacerlo- señala ocupando un lado de la cama y descansa las manos en su vientre, esperando que el menor lo acompañe- Entonces, ¿Cuál es tu duda, Levi?

-Es sobre los orgasmos, en el libro dice que son la culminación del placer o algo así, que si te excitas mucho puedes tener uno, se supone que te excitas al estimular las zonas erógenas ¿Verdad?

-Sí, así es, una de las mejores formas de experimentar un orgasmo es masturbándote.

-Creo que hay algo malo conmigo, Erwin, lo he intentado, pero no funciona.

-La última vez dijiste que tocar tus pezones se sintió bien, tal vez necesitas otro estimulo, además de tocarte.

-¿Quieres decir que intente masturbarme pensando en ti? No, no lo haré, por más que lo niegues, sé que te incomodaste por lo que hice, Erwin, si esto funciona me evitarás, quizás no volverás a hablarme, no me arriesgaré a eso, ¿Se te ocurre otra idea?- pregunta girándose hacia el rubio, quien lo imita con un gesto que no logra identificar- ¿Cómo lo haces tú, Erwin?